Dice la leyenda que en Agartha reside el rey del mundo…
¿Qué significa Agartha?
En sánscrito Agartha significa “inalcanzable”, y los etimologistas más osados relacionan esta palabra con el vocablo (también sánscrito) argha, cuya traducción sería algo así como “cofre subterráneo”.
¿Existe Agartha?
Se ha discutido mucho acerca de la existencia o la localización de Agartha; pero no debemos olvidar que la ciudad de Troya fue un mito hasta el día en que su descubrimiento por Heinnch Schliemann la convirtió en una realidad sobre la que se había sencillamente levantado una leyenda.
Una teoría afirma que los dos polos magnéticos exactos de la corteza terrestre, los cuales nunca se han alcanzado debido a la imposibilidad de localizarlos con precisión, constituyen dos amplias depresiones que conducen a un reino subterráneo escondido, en el que sobreviven los descendientes de los Atlantes.
La profecía de Agartha
Quién ha hablado explícitamente del Agartha ha sido Ossendowski (científico polaco que pasó gran parte de su vida en Rusia) quien, en su libro Bestias, hombres y dioses nos ha dejado una relación de su viaje a través de las rutas mongoles y por las fronteras del Tíbet, cuando huía del bolchevismo y de la Revolución rusa.
Ossendowski, menciona que el lama Gelong le habría confiado que el rey del mundo interior reinará sobre 800 millones de hombres; y el príncipe Chultum Beyli le habría hablado del “reino de Agarthi”, que se extendería por todo el mundo a través de pasajes subterráneos, y sobre el cual reinaría Brahytma (el rey del mundo) ayudado por Mahytma (el que conoce el futuro) y por Mahymga (el que dirige el curso de los acontecimientos).
Rodeados por las encarnaciones de dos millones de dioses, estos santos viajarían por el universo astral, visitando otros mundos y otras civilizaciones y mezclándose con las criaturas del fuego, del aire y del agua.
Ademas Ossendowski agrega que en el monasterio de Hatu Hutuktu Marabauchi, se conserva la profecía que el rey del mundo realizó con ocasión de su visita a aquel monasterio, en 1890:
Los hombres olvidarán Su alma y se ocuparán de su cuerpo, y la mayor corrupción reinará sobre la tierra… Entonces llegarán los enemigos de Dios y del Espíritu Divino que se hallan en el hombre.
Todos los que confíen en ellos sucumbirán también. Los olvidados y los perseguidos se alzarán y atraerán sobre sí mismos la atención del mundo entero.
Reinará la confusión y la ira. La tierra temblará, millones de hombres cambiarán las cadenas, de la esclavitud y la humillación por las del hambre, la enfermedad y la muerte. El padre se levantará contra el hijo, el hermano contra el hermano, la madre contra la hija, el amor y la fidelidad desaparecerán, el vicio, el crimen, la destrucción del cuerpo del alma se irán sucediendo La tierra entera quedará desierta.
Entonces, yo enviaré un pueblo, hasta ahora desconocido, que con mano fuerte arrancará las malas hierbas de la locura y del vicio y conducirá a los que permanezcan fieles al espíritu del hombre en la batalla contra el mal.
Ellos fundarán una nueva vida sobre la tierra purificada por la muerte de las naciones. En el año cien, aparecerán tres grandes reinos, que vivirán felices durante setenta y un años. Seguirán a continuación dieciocho años de guerra y destrucción y después los reinos de Agarthi saldrán de sus cavernas subterráneas y aparecerán en la superficie de la tierra.
La pregunta queda abierta, ¿Es el texto anterior una profecía que nos cuenta una futura realidad? O quizás solo se trate de una leyenda que habla del Mongolia de aquella época, un país feroz y salvaje.
¿Acaso el rey de Agarthi era uno de los Inmortales y reinó como afirma la mitología china, en un espléndido valle en el corazón Kuenluen, hacia el cual se encaminó Lao-tse en la última etapa de su vida?
Agartha y el Gran Consejo
Según Raytmond Bernard dirigente de la sociedad secreta de la Rosacruz, el mundo y el gobierno invisible de los doce Inmortales suponen todo lo opuesto a una realidad tangible.
En su libro Encuentros con lo insólito, Raymond Bernard relata varios de los contactos que él habría tenido con los miembros del Gran Consejo.
Mientras los esoteristas sitúan en el desierto de Gobi el Agartha como centro espiritual que es sede de este gobierno oculto, Raymond Bernard afirma:
La tradición no ha dejado jamás de referirse a un oculto gobierno del mundo: y este gobierno ha recibido muchos nombres en el transcurso del tiempo, y se le han asignado también muchas residencias…
Yo afirmaría pues, taxativamente que el gobierno oculto del mundo no tiene actualmente nada que ver con el que había hace treinta años. Además, tampoco se encuentra en el desierto de Gobi.
Al parecer el lugar de residencia del Gran Consejo varía con la época, pero sus objetivos y su razón de ser parecen inmutables.
El Gran Consejo conoce el punto máximo que este mundo alcanzará en su evolución… ¿Cuál sería el papel del Gran Consejo? Cuidar de que cada etapa cumpla en el tiempo previsto, y acelerarla o retardarla según los casos, afirma Bernard
Agartha y los doce Inmortales
Según Maha uno de los dirigentes de este Consejo supremo cuyas palabras se recogen en el libro antes citado: “el día en que el individuo y la humanidad se adapten a las leyes universales se resolverán los problemas y la historia de este planeta se acabará”.
No faltan ejemplos históricos que nos permitan relacionar los grandes acontecimientos que trastornan sus respectivas épocas con raíces ocultas. sociedades secretas o personajes misteriosamente aparecidos en el instante propicio.
Si recordamos nuestra historia más reciente nadie ignora actualmente las influencias que el nazismo recibió de este tipo de sociedades. Sin embargo, ¿cómo imaginar que un gobierno de hombres inteligentes pudiera aprobar influir incluso en aquellos vergonzosos acontecimientos?
El británico Harold Beckette, quien fue maestro espiritual de Trebitsch-Lincoln, uno de los responsables ocultos del acceso al poder del nazismo en Alemania, responde cuando declara a su discípulo:
Tú no puedes abarcar el Gran Proyecto en el que vas a colaborar, puesto que ignoras el plan de conjunto. La humanidad evoluciona según una ley cíclica, una espiral sucesivamente ascendente y descendente.
Durante el descenso, se acumulan todos los males, los errores y hasta los crímenes. Cuando ese descenso alcance su punto más bajo el Cosmos se recuperará y nuestros descendientes se sumergirá en la Verdad, la Belleza y la Sabiduría.
En nuestra época la única forma de preparar el Bien futuro es llevar a su punto culminante el Mal existente. Regla de oro tanto para el destino individual como para el colectivo.
Por otra parte, Mathers, Gran Maestre y fundador de la sociedad secreta británica Golden Dawn, facilitó en 1896 el siguiente testimonio de los encuentros que también él tuvo con los miembros de ese poderoso Consejo:
Por lo que a mí respecta pienso que ellos son formas humanas y que viven en nuestra Tierra, pero poseen terribles poderes sobrehumanos. Cada vez que los he encontrado en lugares frecuentados, no había nada en su aspecto o en su indumentaria que los diferenciase de las otras personas, excepto la sensación de santidad trascendente y de vigor físico.
Raymond Bernard que en una ciudad turca fue conducido al lugar en el que acababan de reunirse los doce miembros, señala que la atmósfera parecía irradiar una coloración azulada, a la vez densa y sedante que traducía la presencia en aquel lugar de un intenso campo vibratorio.
Sin embargo, cualquiera que sea la extensión de sus poderes, este consejo no es más que el primer eslabón visible de una jerarquía cósmica mucho más amplia.
Por más que reciben el nombre de «Inmortales» los doce miembros del Gran Consejo son tan sólo simples mortales, siendo cada uno de ellos reemplazado a su muerte por alguien designado como su sucesor, de forma que la Inmortalidad del Consejo queda así asegurada.
Raymond Bernard en el seno de la orden de la Rosacruz, reconoce haber estado él mismo en contacto en varias ocasiones con los Doce. El Consejo se reúne en pleno cuatro veces al año, aunque cada miembro puede mantenerse, si lo desea, en relación permanente con el resto.
¿Dónde se encuentra el Agartha?
Se han catalogada un mínimo de cinco entradas principales que llevan al reino subterráneo: dichas entradas se sitúan en el Himalaya, en el desierto de Gobi (cerca de Shamballah), en el Mont Saint Michel y en Neant Pertuis (en Bretaña, Francia) y entre las patas de la esfinge de Gizeh.
Todo ello permite presagiar un mundo desconocido bastante fenomenal… a no ser que, como señalan las prudentes alusiones de algunos esoteristas, Agartha se sitúe en un mundo paralelo.
Según las nuevas teorías físicas el Agartha podría simbolizar entonces un mundo paralelo de vibraciones mucho más sutiles que las de nuestro mundo y que no obstante desde este dominio etéreo e impalpable (y en consecuencia inalcanzable), actuaría sobre nosotros.
¿Qué es Agartha?
Esta pregunta tiene muchas respuestas. Agartha podría estar poblada por los herederos de los Atlantes, que viven subterráneamente bajo la autoridad del verdadero rey del mundo.
También podría ser un Gran Consejo formado por doce miembros con una evolución espiritual Superior que vela por el cumplimiento del destino de la humanidad.
O podría tratarse de un símbolo que representaría la Inteligencia cósmica y la encarnaría a escala humana, para dirigir nuestra evolución, o bien un grupo de seres vibratorios sutiles que nos transmiten desde un mundo paralelo, tal vez más perfecto que el nuestro el equilibrio necesario para la supervivencia de la raza humana.
Reflexión Final
Este artículo culmina con un párrafo de una carta que Saint Yves de Alveydre envió al presidente de la República Francesa, a la reina de Inglaterra y al zar de Rusia, intentando que se pusieran en contacto con Agartha:
“En un plazo de cincuenta años veréis renacer Asia de su antigua síntesis céltica. Con la fuerza de las armas. Asia no dejará que se la moleste en su observancia de la ley Del reino de Dios, y China y el islam en vanguardia siguiendo el ejemplo de Vuestros propios instructores militares os obligarán a estampar vuestra firma al pie de la promesa social de los Abrámidas, de Moisés y de nuestro Señor Jesucristo, que vos habéis rechazado”.
Fuente: Lo Inexplicado
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