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Las enigmáticas caras de Bélmez

Unos creen que se trata de un milagro, otros que es un fraude y otros que tiene origen psíquico. El Enigma sigue en pie y las “caras” de Bélmez continúan siendo polémicas.

Bélmez de la Moraleda, un pueblo olvidado de la provincia de Jaen, hasta 1971 solo era conocido por los vecinos de las demás localidades, igualmente tranquilas.

El nombre del pueblo deriva de la aldea de la Moraleda y del castillo de Bélmez, fortificación árabe construida sobre las ruinas de una antigua posición militar romana.

Hoy solo unas cuantas piedras nos recuerdan la importancia estratégica que tuvo aquel lugar en la Edad Media.

Pero el nombre de Bélmez dio la vuelta al mundo hace unos cuantos años, a raíz de un extraño fenómeno.

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La casa de las caras

El número 5 de la calle Rodriguez Acosta, en Bélmez de la Moraleda, corresponde a una casa igual a la de tantas otras.

Los vecinos, sobre todo los más añosos recuerdan que esa casa y la contigua que lleva el numero 3 fueron construidas en el emplazamiento de una antigua iglesia y del cementerio adyacente. Hasta algunos vecinos se atreven a comentar que se ha registrado actividad poltergeist en tiempos no muy antaños.

caras de Bélmez
La casa de María Gómez en 2012, con un cartel que indica el horario de visitas.

La historia de las caras de Bélmez comenzó un 23 de agosto de 1971. Hasta ese momento Juan Pereira Sánchez y su esposa Maria Gómez Cámara llevaban una vida tranquila, sin sobresaltos.

Ese día la mujer advirtió que en el suelo de la cocina, a muy poco distancia del fogón había una cara extraña. Que según conto Maria después esa cara se formando durante varios días hasta llegar a reproducir con fidelidad la apariencia de un rostro humano.

La noticia corrió a gran velocidad por el pueblo, donde cientos de vecinos pudieron observar el rostro en la pared.

Uno de los hijos de la pareja Miguel Pereira, procedió a picar cuidadosamente el lugar donde se encontraba y posteriormente revoco la pared nuevamente con cemento.

“Creí de esta forma haber dado por terminado el suceso paranormal que había ocurrido”, declaró a los medios de comunicación.

Aunque el tema parecía solucionado, algunos días después la mancha comenzó a surgir nuevamente, exactamente en el mismo lugar que la anterior. Una nueva cara de rasgos muy marcados y gran expresividad causo gran temor a la familia.

Esta vez según Maria el rostro era similar al Señor de la Vida, imagen que se hallaba a resguardo en una iglesia situada a espalda de la casa de la familia.

Caras de Bélmez
Miguel Pereira, hijo de María Gómez, posa junto a una de las supuestas caras. M. P./Vocento

Apariciones lentas pero precisas

Para la familia, las caras no aparecían totalmente formadas. Lo primero que se podía distinguir según conto Maria al periodista eran los ojos, y después se iban formando de manera progresiva la boca, nariz y el contorno facial.

La noticia y las versiones tomaron tal dimensión que el Ayuntamiento de Bélmez se vio obligado a intervenir. El alcalde de aquel entonces, Manuel Rodriguez envió a unos albañiles, que rompieron en el lugar del suelo donde se encontraba la segunda cara y escavaron hasta llegar a casi tres metros de profundidad.

Hasta que se toparon con restos humanos, cosa lógica ya que la casa estaba construida sobre un cementerio.

Según el análisis forense posterior, los restos correspondían a un niño varón que fue enterrado en el lugar por el siglo XII.

Muchas más caras en la pared

Varios días después, y ya cubierto el hoyo con cemento, comenzó nuevamente el proceso. EL día 10 de septiembre una nueva cara aparecía lentamente en el mismo lugar…

Miguel Pereira la “recorto” y volvió a reparar el suelo de la cocina. Pero los esfuerzos del dueño de casa parecían inútiles, debido a que varios días después comenzó a formarse una nueva cara, esta vez de una mujer joven, que poco a poco, fue rodeándose por otras más pequeñas a su alrededor.

caras de Bélmez
Una mujer joven, que poco a poco, fue rodeándose por otras más pequeñas a su alrededor

Desde ese momento, la familia, se resignó y dejo de luchar contra las caras.

Más adelante apareció una nueva cara conocida popularmente con el nombre del Pelao, que fue retirada del suelo en el año 1975.

Una vez más, como en las veces anteriores, volvieron a surgir en el mismo lugar caras, que tras evolucionar lentamente desaparecieron un año más tarde para dejar lugar a nuevas imágenes.

Todos quieren ver las caras

Al pueblo llegaba gente de todas partes para poder observar con sus propios ojos los fenómenos producidos en la vivienda. En la época de mayor auge, los fines de semana se acercaban a la casa alrededor de 10.000 personas.

Si bien en un principio Maria no cobraba por la visita; solo aceptaba propinas que con el pasar del tiempo se instituyeron en sumas de 200 a 1000 pesetas.

Verdad o Mentira

Las caras de Bélmez han provocado todo tipo de opiniones. Para algunos es un verdadero milagro, otros están convencidos que es un fraude y otros aseguran que las caras pertenecen a los difuntos que descansan bajo la casa.

Los investigadores en parapsicología proponen que algún ocupante de la casa era un dotado, alguien cuyo subconsciente poseía el tipo de energía que suele producir efectos poltergeist. Solo que, en lugar de provocar desplazamientos, golpes o levitaciones, esa energía modificaba la materia, creando en ellas dichas imágenes.

Un periodista denunciaba como fraude las apariciones con el siguiente texto publicado en el diario ABC el día jueves 2 de marzo de 1972 (Edición Andalucía)

«No es extraño, pues, que los fieles del sensacionalismo acudan en peregrinación masiva a contemplar este fenómeno de juerga o folklore psicófónico. Como una cara parlante no es cosa que pueda verse todos los días, o fines de semana, los dueños de la casa de las «apariciones» las captaron en fotografía de 18 x 24 v las vendían, en preciosas ampliaciones, mejor que si de las rebajas de enero se tratasen. Los negativos, como es natural, se los reservaron, como derechos de autor, por aquello de los plagios…»

 Una nueva cocina, nuevas caras

Un dato llamativo a mi entender, es que las autoridades precintaron la cocina y le construyeron otra cocina a Maria (la dueña de casa) y al poco tiempo surgieron nuevas caras. Y cuando volvieron a entrar a la cocina anterior, un año después, habían aparecido 17 nuevos rostros.

Reflexión Final

Culmino esta historia de las caras de Bélmez, haciendo mención a la frase de un genio.

Hace mucho tiempo Leonardo da Vinci dijo una vez que quien no era capaz de imaginar batallas en una mancha de humedad, no podía ser pintor.

Es posible que muchos consideren esta frase como una intervención ingeniosa del genial artista renacentista, pero muchos creativos sostienen que detrás de ella se esconde una verdad absoluta.

Maria falleció en febrero de 2004 a los 85 años de edad, pero las caras no murieron con ella. Las caras aún permanecen en el suelo de la casa, sino que se han multiplicado, incluso han comenzado a aparecer caras en la casa en donde nació Maria, a unos pocos metros de esta.

En la actualidad existe un centro de interpretación de estas caras que siguen generando cualquier tipo de opiniones.

Cesar Bugari

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