Hace tiempo que los científicos van en busca de un nuevo planeta ubicado en las afueras de nuestro Sistema Solar. Un planeta que pueda explicar las anomalías en las órbitas de Plutón y la influencia gravitacional en el denominado Cinturón de Kuiper.
El mítico duodécimo planeta
El nuevo planeta, al parecer ya era mencionado en la antigua civilización Sumeria, hace aproximadamente unos 5000 años de nuestros días.
También, fue mencionado por Zechara Sitchin, infinidad de veces, en sus libros Crónicas de la Tierra. Incluso uno de los libros de la saga lleva el nombre: “El doceavo Planeta”
El 31 de diciembre de 1983, el diario “Washington Post”, publicó en su portada el descubrimiento con un gran titular que decía:
“Un cuerpo celeste posiblemente tan grande como el planeta gigante Júpiter y posiblemente tan cerca de la Tierra que sería parte de este sistema solar ha sido encontrado en la dirección de la constelación de Orión por un telescopio en órbita a bordo del satélite astronómico infrarrojo de los Estados Unidos (IRAS).
Pero hasta la fecha, todos los intentos llevados a cabo por los astrónomos por visualizar al planeta escondido han fracasado. Esta falta de visualización ha llevado a pensar que el objeto en cuestión, en lugar de un planeta gigante, podría ser un agujero negro.
Un pequeño agujero negro nos espera
Los científicos de la Universidad de Harvard y la Black Hole Initiative (BHI) han desarrollado un nuevo método para encontrar agujeros negros en el sistema solar exterior y, junto con él, determinar de una vez por todas la verdadera naturaleza del ahora llamado hipotético Planeta Nueve.
El documento, aceptado en The Astrophysical Journal Letters, destaca la capacidad de la futura misión de Legacy Survey of Space and Time (LSST), cuyo inicio esta planificado para el año 2022.
El proyecto consiste en usar un espejo del tamaño de una cancha de tenis y una cámara de 3.200 megapíxeles. Los investigadores buscarán algo llamado: destellos de acreción, resultantes del impacto de pequeños objetos en la nube de Oort.
“Cerca de un agujero negro, los cuerpos pequeños que se acercan a él se funden como resultado del calentamiento producido por la acumulación del gas del medio interestelar que es atraído hacia el agujero. Una vez que se derriten, esos cuerpos pequeños están sujetos a la disrupción de marea causada por el agujero negro”, explica Siraj.
“Debido a que los agujeros negros son intrínsecamente oscuros, la radiación que emite la materia en su camino hacia la boca del agujero negro es nuestra única forma de iluminar ese ambiente oscuro”, añade Loeb.
Las futuras búsquedas de agujeros negros primordiales podrían basarse en el nuevo cálculo.
«Este método puede detectar o descartar agujeros negros atrapados en masa de planetas en el borde de la nube de Oort, o alrededor de cien mil unidades astronómicas«, dijo Siraj.
«Podría ser capaz de establecer nuevos límites en la fracción de materia oscura contenida en los agujeros negros primordiales«.
Como el primer candidato principal para la detección se encuentra el famoso Planeta Nueve, Planeta X, Nibiru o como quiera que se llame.
La mayoría de las teorías sugieren que el Planeta Nueve es un planeta previamente no detectado, pero también puede señalar la existencia de un agujero negro de masa planetaria.
Lo que nos podría indicar que el objeto ahí afuera tiene la masa de un gran planeta, pero el tamaño de una naranja.
«El Planeta Nueve es una explicación convincente para las anomalías observadas de algunos objetos más allá de la órbita de Neptuno. Si la existencia del Planeta Nueve se confirma a través de una búsqueda electromagnética directa, será la primera detección de un nuevo planeta en el sistema solar en dos siglos, sin contar a Plutón”, dijo Siraj.
El enfoque del Planeta Nueve se basa tanto en la importancia científica sin precedentes que tendría un descubrimiento hipotético de un agujero negro de masa planetaria en el sistema solar, como en el continuo interés en comprender lo que hay ahí fuera.
Es como enterarte que un familiar vive en tu patio trasero, y nunca lo habías notado.
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