Nibiru

Cientos de culturas a lo largo de lo historia mencionan la posible existencia, en los confines de nuestro Sistema Solar, de un gran planeta o Sol oscuro del cual provenían los dioses.
De un planeta que sería causante de las alteraciones en las órbitas de Neptuno o Saturno.
Muchos lo han llamado el Planeta Nibiru, otros Planeta X o Noveno Planeta. Los sumerios según Zecharia Sitchin hablaban de un Duodécimo Planeta.
¿Puede ser cierta la existencia de este planeta? ¿Es solo producto de historias mitológicas? ¿Será el planeta Nibiru del que nos hablaban las viejas tradiciones sumerias? ¿O es solo un producto de la ciencia ficción moderna?
Tal vez ninguna respuesta es correcta o talvez lo sean todas. Te invito a realizar un viaje fantástico, recorriendo creencias antiguas de 6000 años, hasta los estudios científicos más modernos.
Quizás exista un planeta más allá de Plutón, que todavía no hemos descubierto.
¿Qué es Nibiru?
Es el nombre que recibe un hipotético planeta propuesto por Zecharia Sitchin, basándose en la idea de que las civilizaciones antiguas habrían obtenido sus conocimientos y su desarrollo gracias a hipotéticos contactos con seres de otros planetas llamados Anunnakis.
Hipotetizando sobre el Planeta X
Por muy sólidas que sean las pruebas encontradas en la antigüedad y las descubiertas por nuestra ciencia moderna, cambiar lo que ha sido por años el saber popular lleva mucho, mucho tiempo. E igualmente muchos individuos lo seguirán negando. A la gran mayoría de las personas no le agrada levantarse un día por la mañana y encontrar que las cosas no estaban en el lugar que creyeron toda su vida que se encontraban.
Imagina el año 1500, cuando Nicolas Copérnico, planteo por primera vez que el Sol y los demás astros, no giraban alrededor del planeta Tierra, como asumía la sociedad pensante del momento. Obviamente Copérnico fue objeto de burlas, y sus teorías criticadas y blasfemadas.
Copérnico está considerado como el precursor de la astronomía moderna, aportando las bases que permitieron luego culminar la revolución astronómica, al pasar de un universo geocéntrico a un cosmos heliocéntrico y cambiando irreversiblemente la mirada del cosmos que había prevalecido hasta entonces.
Con el correr de muchos años, la idea que la Tierra no era el centro del universo se convirtió muy lentamente en algo aceptado. Poco después también descubrimos que el Sol tampoco lo era.
Dejamos de pensar en el Sol como algo único, divino y para los siglos XVIII y XIX comenzamos a plantearnos que nuestro Sol era una estrella más en unos cuantos miles de millones de estrellas.
En la década de 1920, Edwin Hubble demostró que formaba parte de un complejo aún mucho mayor: la galaxia. Y que nuestra galaxia, solo es una en un sinfín de galaxias.
Podríamos pensar que este proceso es parte del desarrollo del conocimiento humano. La sociedad en su conjunto va experimentando y desarrollándose en base al conocimiento.
Pero, la pregunta es, si ello es así, porque las culturas anteriores al cristianismo, al islam, tenían un conocimiento mucho mayor al que hubo en la Tierra estos últimos 2000 años. Pues a mi criterio la respuesta es sencilla, cuanto menos sepa el hombre, se eduque y piense, mucho más fácil de someter es.
Hace aproximadamente 6000 años la cultura sumeria daba constancia de la existencia de lo que daban en llamar el undécimo planeta.
Los sumerios describieron todos los planetas del sistema solar, dando detalles de su ubicación e incluso mencionando sus características. Mencionaban a un planeta llamado Nibiru, que significa “lugar de cruce” o “planeta de cruce”, que hasta el momento no ha sido identificado de manera oficial por la NASA.
Hoy en día sabemos que más allá de Júpiter y Saturno existen más planetas: que los hemos llamado Urano, Neptuno y Plutón (devenido últimamente con la categoría de planeta enano).
Pero desde hace unos 150 años, los científicos creen que después de Plutón (descubierto en 1930), tiene que haber algo más, un cuerpo, cuya masa genera anomalías en las orbitas de Urano y Neptuno.
Es así que, basándose en escrituras antiguas, mitos, mentiras o verdaderas, los científicos se han lanzado a la búsqueda de Nibiru, el Planeta 0, el Planeta X, Némesis o como queramos llamarlo.
Cálculos mucho más recientes realizados por el Observatorio Naval de los Estados Unidos, confirman la perturbación orbital exhibida por Urano y Neptuno. El astrónomo Dr. Thomas C. Van Flandern, del Observatorio Naval, afirma que solo puede explicar estas perturbaciones con un planeta que aún no ha sido descubierto, con una masa 5 veces más grande que la Tierra y una órbita altamente elíptica.
En 1982, la NASA reconoció oficialmente la posibilidad de la existencia de un Planeta X (el décimo planeta), con el anuncio que “algún objeto misterioso está allá afuera – más allá que los planetas más lejanos”
¿Qué era Nibiru para los Sumerios?
Para los antiguos sumerios, Nibiru era realmente algo importante, tal es así que fue escogido como emblema del dios más importante de la época, llamado el protector de Babilonia, Marduk.
La etimología de la palabra Nibiru nos lleva directamente al concepto de “cruzar” o “punto de cruce”. Así pues, el astro en cuestión vendría a ser el que atraviesa o marca un punto de cruce, una intersección.
Los Sumerios también mencionaron un “decimosegundo” o “duodecimo” planeta, llamado “NIBIRU”, uno cuya órbita altamente elíptica lo trajo cerca de la tierra, hecho que ocurría aproximadamente cada 3,600 años.
Nibiru, Emuna Elish y el origen del mundo
Las interpretaciones de los textos sumerios por Zecharia Sitchin (1920 –2010), incluyendo el “Emuna Elish”, denominado en español “La Epopeya de la Creación”, narra precisamente, según la interpretación de Sitchin, la historia de los cambios producidos en nuestros Sistema Solar.
Según lo Sumerios, Tiamat era el quinto planeta del sistema Solar, y se encontraba ubicado entre Marte y Jupiter. Tiamat sufrió una desbastadora colisión con Nibiru, un planeta errante, atraído por la fuerza de gravedad de nuestro Sol. El resultado de dicha colisión, produjo la ruptura de Tiamat, fragmentándolo de manera que la mitad superior salió lanzada en dirección al Sol, cambiando su posición al tercer lugar desde el Sol y dando origen a lo que llamamos Planeta Tierra.
El resto de Tiamat formo lo que denominamos el cinturón de asteroides y Nibiru fue forzado hacia una órbita elíptica alrededor del Sol, completando su recorrido cada 3600 años.
Faetón, el planeta perdido
Ciertos astrónomos soviéticos sospechan que el anillo de asteroides, está formado por los restos de un planeta desaparecido, al que llaman Phaeton o Faetón.
Según los científicos soviéticos de la época, la teoría de la explosión se basa en tectitas encontradas en Australia, Filipinas y Checolosvaquia.
El duodécimo planeta
Los llamados Dioses del Cielo y la Tierra del antiguo Oriente Próximo, no solo tenían origen en los cielos, sino que también podían volver a su “casa o morada” en las estrellas. Lo que lleva a algunos historiadores a pensar que la llamada Morada Celestial de los Dioses, estaba relativamente cerca.
Es por ello que los antiguos pobladores de Sumeria, han revelado en sus tablillas, que el planeta de los dioses, estaba relativamente cerca, dentro de nuestro propio sistema solar.
Como se puede ver en un sello cilíndrico, que se encuentra en el Museo de Oriente Próximo de la Antigüedad, en la ciudad de Berlín; una gran estrella emite rayos rodeada por once cuerpos celestes.
Estos a su vez, descansan sobre una cadena de veinticuatro globos más pequeños.
¿Es solo una casualidad que el número total de lunas de los planetas de nuestro sistema solar, sea exactamente de veinticuatro?
Los sumerios afirmaban que nuestro sistema solar, estaba compuesto por el Sol y once planetas (contando la luna), y sostenían que además de los planetas que conocemos en la actualidad, había un duodécimo miembro, al cual se ha llamado el Duodécimo planeta o Nibiru.

Némesis, la Estrella Oscura
Tampoco podemos dejar fuera de nuestro artículo la Hipótesis Némesis. Según esta conjetura nuestro Sol forma parte de un sistema Solar Binario. La otra estrella de este sistema, es una enana marrón de un tamaño apenas mayor que el de Júpiter.
El Sol y Némesis se separaron al poco tiempo de formarse, y la hermana menor terminó catapultada fuera del Sistema Solar, a una órbita aún ligada a nuestro Sol, pero mucho más lejana que la de Plutón.
Esta pequeña estrella oscura, fría se encuentra a menos de dos años luz de distancia (lo que los científicos denominan el patio de atrás de nuestro sistema solar). Dentro de unos pocos millones de años, volverá y se ubicará en su posición más cercana al planeta Tierra.
Némesis pasara a través de la Nube de Oort, una envoltura que contiene miles de millones de cometas que rodean al sol mucho más allá de los llamados planetas exteriores.
Cuando Némesis pase por la Nube de Oort, su enorme fuerza gravitacional desviara a miles de cometas de sus orbitas en diferentes direcciones y algunos serán enviados hacia nosotros.
¿Dónde está Nibiru hoy?
Cálculos más recientes hechos por el Observatorio Naval de los Estados Unidos, confirman la perturbación orbital exhibida por Urano y Neptuno. El astrónomo Dr. Thomas C Van Flandern, del Observatorio Naval, dice que solo puede explicar estas perturbaciones con un planeta que no se ha descubierto aún, con una masa 5 veces más grande que la de la Tierra y una órbita altamente elíptica.
En 1982, la NASA reconoció oficialmente la posibilidad de la existencia de un Planeta X (el décimo planeta), con el anuncio que “algún objeto misterioso está allá afuera – más allá que los planetas más lejanos”.
El 31 de diciembre de 1983, el diario “Washington Post”, publicó en su portada el descubrimiento con un gran titular que decía:
“Un cuerpo celeste posiblemente tan grande como el planeta gigante Júpiter y posiblemente tan cerca de la Tierra que sería parte de este sistema solar ha sido encontrado en la dirección de la constelación de Orión por un telescopio en órbita a bordo del satélite astronómico infrarrojo de los Estados Unidos (IRAS).”
Tan misterioso es el objeto que los astrónomos no saben si se trata de un planeta, un cometa gigante, una protoestrella cercana que nunca se calentó tanto como para convertirse en una estrella.
Teorías Extrañas sobre el Planeta X
Sin duda alguna la siguiente es una teoría extraña, pero también fascinante. La misma es propuesta por el Físico matemático Emilio Spedicato y propone que el Planeta Marte fue un satélite de la Tierra. No dejes de leer:
Reflexión final
Creemos conocer a la perfección nuestro Sistema Solar, entender el movimiento de los planetas, las leyes que lo regulan y hasta damos por hecho normalidades que en otras épocas no lo fueron.
Pero la realidad, los nuevos estudios y el avance de la ciencia junto con la tecnología nos indican que conocemos y entendemos una muy pequeña porción de los mundos que nos rodean. Todo lo demás que damos por hecho, es una construcción que nos han enseñado desde pequeños.
Las respuestas finales aun no las tenemos, pero cada día que pasa comprendemos un poco mejor nuestro sistema solar y los secretos que nos tiene guardados.
Haciendo una analogía con la vida real, creemos conocer a la perfección nuestra casa, pero aún no hemos explorado nuestro patio trasero.
Quizás en muchas partes oscuras de nuestro cielo, brillan grandes estrellas, pero no lo hacen en la franja del espectro visible.
¿Qué no veamos un cuerpo celeste significa que no existe? La respuesta es NO, solamente somos incapaces de apreciarlo. Gracias…