Legando al año 2022 nos encontramos con que la amenaza de una gran tercera mundial ha desaparecido, la aniquilación nuclear tan temida en la década de los 60 se ha perdido.
La superpoblación mundial es un problema a considerar, pero llamativamente, aunque la población continúa aumentando, esta tasa de aumento se ha reducido a la mitad desde 1968.
El consenso general entre los científicos es que la población mundial alcanzara su pico máximo en algún momento del siglo y comenzara a descender drásticamente. Tal es así, que algunos estudiosos afirman que la población mundial para el año 2100 podría ser menor que la actual.
[the_ad id=»5012″]Este fenómeno se observa actualmente en donde la tasa de natalidad se encuentra muy por debajo que la tasa de mortalidad. Dando origen a un nuevo problema llamado la subpoblación.
Según Henry Gee (autor del estudio) las especies de mamíferos en general tienden a aparecer y desaparecer con bastante rapidez. Generando un ciclo en donde aparece una nueva especia, florece y desapare en un millón de años aproximadamente.
“El registro fósil indica que el Homo sapiens ha existido durante aproximadamente 315.000 años, pero durante la mayor parte de ese tiempo, la especie fue rara, tan rara, de hecho, que estuvo cerca de la extinción, quizás más de una vez”, agrega Gee
La falta de variación genética
Según menciona Gee, en la actualidad el homo sapiens ha sufrido una falta de variación genética importante, de hecho, según un estudio un grupo de chimpancés salvajes presentan más variación genética que nuestra especie.
La variación genética es muy buena para la subsistencia de la especie, menciona Gee
En las últimas décadas la calidad del esperma humano ha disminuido enormemente, lo que probablemente a contribuido a reducir la tasa de natalidad.
Esta baja de fertilidad puede estar regida por varios factores, entre ellos, la contaminación como tal, podemos entenderla como un subproducto de la degradación humana del medio ambiente.
Otro factor podría ser el estrés al que está presionado gran parte de la población actual. Por ejemplo, la aglomeración humana en las grandes ciudades.
Y otra razón muy importante de la desaceleración de la natalidad es lo económico. Los políticos luchan por un crecimiento económico implacable, pero esto no es sostenible en un mundo donde los recursos son finitos.
La deuda de extinción
La Deuda de extinción es un término utilizado para explicar la pérdida, provocada por la extinción masiva de especies y la desaparición de poblaciones que conforman la biodiversidad de la Tierra, mucho tiempo después de esta haber sido provocada. La biodiversidad representa la variedad de seres vivos del planeta.
La causa de la extinción suele ser una reacción tardía a la pérdida de hábitat. Las especies que corren mayor riesgo son aquellas que dominan parcelas de hábitat particulares a expensas de otras, que tienden a migrar a otros lugares y, por lo tanto, están más dispersas.
Los seres humanos ocupamos más o menos todo el planeta, y con nuestro secuestro de una gran parte de la productividad de este parche de hábitat a nivel planetario, somos dominantes dentro de él. Por tanto, H. sapiens podría ser ya una especie muerta andante.
Gee llega a la conclusión final que las señales ya se han disparado. Cuando el habitad se degrada de manera que comienzan a escasear los recursos, cuando la fertilidad comienza a declinar; cuando la tasa de natalidad desciende por debajo de la de mortalidad; y cuando los recursos genéticos son limitados, el único camino es hacia abajo.
La pregunta es: ¿Qué tan rápido puede ocurrir esto?
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FUENTE: Henry Gee es paleontólogo, biólogo evolutivo y editor de Nature. Su último libro es A (Very) Short History of Life on Earth (St. Martin’s Press, 2021).
