Ciertos astrónomos soviéticos sospechan que el anillo de asteroides, está formado por los restos de un planeta desaparecido, al que llaman Phaeton o Faetón.
Dice el Libro de Urantia:
57:6.5 (658.2) Las estrellas fugaces ocurren en enjambres porque son los fragmentos de cuerpos mayores de materia que han convulsionado por la gravedad de marea ejercida por cuerpos espaciales cercanos y aún mayores. Los anillos de Saturno son fragmentos de un satélite desintegrado. Una de las lunas de Júpiter se está acercando ahora peligrosamente a la zona crítica de la disrupción de marea y, dentro de algunos millones de años, o será atrapada por el planeta o convulsionará por la gravedad de marea. El quinto planeta del sistema solar de antaño atravesó, hace mucho tiempo, una órbita irregular, acercándose, periódicamente, cada vez más a Júpiter, hasta que entró en la zona crítica de convulsión por la gravedad de marea, y se fragmentó rápidamente, convirtiéndose en el cúmulo de asteroides de la época presente.
El Libro de Urantia, también es conocido como los Documentos de Urantia o La Quinta Revelación. Según indica el texto, ha sido redactado plenamente por criaturas celestiales, empleando a un ser humano dormido como medio de contacto. Fue publicado por primera vez en Estados Unidos en el año 1955.
Un hallazgo importante
Un día, hace aproximadamente 43 años, un estudiante de geología encontró en el desierto de Karakum, al noroeste de Ashkhabad, pequeños fragmentos de vidrio que brillaban en la arena. Estos fragmentos de color verde oscuro y del tamaño de una nuez sobresalían del manto amarillo de arena, no solo le parecieron extraños, sino, que llamo poderosamente su atención. Pensó estar ante los restos de alguna civilización antigua, ya que hace poco una ciudad de cuatro mil años de antigüedad había sido descubierta en ese mismo desierto. Excitado, tomo algunas muestras, y ya de vuelta en el campamento mostro entusiasmado los hallazgos al jefe de la expedición, el geólogo soviético Pavel Florensky.
«Cuando vi los cristales, mi corazón dio un salto», dijo Florensky.
«Inmediatamente reconocí los cristales, eran tectitas minúsculas, restos de meteoritos nunca antes encontradas en la Unión Soviética.»
Florensky, sin perder tiempo envió las muestras a Moscú para ser analizadas. El informe fue concluyente, las tectitas contenían diversos metales. Uno de ellos, el berilio, se había convertido en silicio al ser expuesto a altas temperaturas, seguramente al entrar en contacto con la atmosfera terrestre. El inmenso calor las había transformado en vidrio.
Si bien para muchas personas este descubrimiento podría ser irrelevante, para los hombres de ciencia soviéticos poseía un gran significado, que desde hace mucho tiempo intentaban resolver el «misterio del planeta desaparecido».
Ellos consideraban que este planeta casi un duplicado de la Tierra, orbitó alrededor del Sol, en las inmediaciones de Marte, antes de que una violenta explosión lo destruyera. El académico Sergei Orloff lo bautizó Phaeton.
La teoría de la explosión de Faetón
Según los científicos soviéticos de la época, la teoría de la explosión se basa en tectitas encontradas en Australia, Filipinas y Checoslovaquia. Solo una enorme explosión, de tamaño colosal, sería capaz de generarlas y arrojarlas sobre el Planeta Tierra. Encontrarlas en Rusia, apoya la idea de que este material llego en una especie de nube cósmica y se esparció por diferentes zonas del planeta Tierra.
Para varios científicos rusos expertos en el tema, entre los que podemos citar a Yevgeny Leonidovich Krinov (1906-1984), el descubrimiento de las tectitas da razón para creer que en algún tiempo de la historia el planeta se desintegró después de una explosión que arrojó algunos de sus fragmentos más allá del sistema solar.
Otros fragmentos, cerca de cuatro mil quinientos pedazos, que van desde 1,4 a 700 kilómetros de diámetro permaneció en la órbita original. Los asteroides en este anillo de basura espacial continúan fragmentándose debido a las fuerzas ejercidas por los planetas. Al ser lanzados al espacio, muchos de ellos son atraídos por la fuerza gravitacional terrestre desintegrándose cuando penetran nuestra atmosfera.
La composición de estos asteroides suele ser de hierro y roca, pero hay los que están formados por sustancias más concretas que intrigan a los investigadores.
Aleksandr Zavaritsky (1884 – 1952), miembro del Comité de Meteoritos, dedicó los últimos años de su vida a la reconstrucción teórica del planeta desaparecido, para ello utilizaba meteoritos encontrados en la Tierra como punto de partida y cimiento para su teoría.
¿Faetón era parecido a la Tierra?
Zavaritsky concluyó que el planeta desaparecido era mayor que Marte y tenía una hidrosfera y biosfera. Como muchos de los meteoritos encontrados pertenecían a él, reconstruyó el planeta perdido capa por capa, terminando por inferir que su núcleo era de hierro, encerrado en una fina película de silicato de hierro, cubierta por una franja más amplia de peridotita.
La peridotita es una roca ígnea densa que está formada principalmente de los minerales olivina y piroxeno. Esta roca se deriva del manto de la Tierra. La composición de algunos nódulos de peridotita ofrece información sobre los materiales y procesos que estuvieron involucrados en la historia temprana de la Tierra.
El planeta desaparecido, según Zavaritsky, tenía características similares a la Tierra. Presentaba océanos, montañas, y estaba rodeado por una atmósfera. Había vida en él.
Su órbita más allá de Marte todavía se situaba dentro de lo que se conoce como «anillo de la vida”, definido como la distancia al Sol en donde es posible la vida. Según los científicos, el anillo de la vida o zona templada se fue corriendo más cerca del Sol con el pasar de los años (millones de años). Al igual que la Tierra, Faetón en alguna época estuvo cerca de la región central de este anillo y tuvo las condiciones óptimas para albergar y sostener la vida en él.
¿Entonces, que ocurrió con Faetón?
Felix Zigel, investigador junto AÌeksandr Kazantsev cree profundamente en la desintegración de Faetón.
Según Zigel, la vida y la muerte de Faetón está explicada en muchas obras antiguas, la mayoría de ellas sobre leyendas, mitología y paleontología. Pero concretamente, los visitantes que llegaron a la tierra vinieron de Phaeton, pero no vinieron al planeta Tierra por voluntad propia, vinieron aquí porque no tenían donde ir, pues porque ellos sabían que la Tierra era aún un lugar primitivo y desagradable.
Según los investigadores rusos, Faetón pudo haber tenido dos destinos posibles:
Una de las teorías sostiene que Phaeton se desintegro debido a una serie de explosiones producidas en su corteza. Según los estudiosos, si las explosiones hubieran sido de origen volcánico, se hubieran producido en su interior y los fragmentos producto de su destrucción hubieran sido lanzado en todas direcciones, cosa que no ocurrió, ya que gran parte termino por quedarse en una órbita circular alrededor del sol.
Otra posibilidad es que Phaeton colisiono con otro cuerpo en el espacio. A pesar de ser muy improbable colisiones capaces de destruir un planeta como la Tierra o más grande que ella, las mismas pueden producirse. De hecho, es largamente explicado por Zechara Sitchin, la colisión cósmica entre Nibiru, o un satélite de él y el Planeta Tiamat.
El anillo de asteroides tiene una órbita casi circular, casi idéntica a la Tierra y los demás planetas que componen el sistema solar, para los científicos rusos la conclusión es evidente, es nada más, ni nada menos, que la órbita del planeta desaparecido.
¿Vienen de Phaeton a los dioses astronautas?
Zavaritsky, no solo estaba convencido de la existencia de vida en Faetón, sino, además, estaba convencido que sus habitantes, muy semejantes al hombre actual, iniciaron una civilización muy anterior a la nuestra. Desgraciadamente, las respuestas que podía tener Zavaritsky se fueron con él y gran parte de sus descubrimientos, también murieron con él.
¿Cuál es la causa de la destrucción? ¿Qué ocurrió?, ¿Cómo ocurrió? No olvidemos que todo esto ha pasado hace más de un millón de años y la mayor probabilidad es que las respuestas se encuentren en los meteoritos.
La vida prefiere las orbitas circulares
En investigaciones recientes, los científicos afirman que los sistemas solares con muchos planetas son proclives a presentar orbitas circulares y ello favorece la presencia de vida.
Cuantos más planetas orbitan alrededor de una estrella, mas circulares tienden a ser sus orbitas y ello implica que su distancia al sol tiende a ser constante, por ende, su clima se volvería mucho más estable.
El sistema solar se ajusta a esa pauta. Tiene ocho planetas (o nueve, si incluimos a Plutón) y casi todos ellos describen órbitas bastante circulares. La excentricidad de la órbita terrestre, por ejemplo, se queda en un ínfimo 1,7 por ciento. (En porcentaje, la excentricidad de una órbita vale 0 para una circunferencia perfecta y se aproxima a 100 para una elipse extrema.) La órbita de Plutón presenta una excentricidad de 25 por ciento. Pero incluso Plutón —que técnicamente es un planeta enano— parece moderado si lo comparamos con otros exoplanetas, algunos de los cuales tienen excentricidades que superan el 60, el 70 o incluso el 80 por ciento.
¿Faetón sufrió una destrucción Nuclear?
Las tectitas encontradas en el desierto de Karakum son un excelente indicio de la validez de esta teoría, según Zigel, pues recuerdan la lava vítrea observada tras explosiones nucleares realizadas en la superficie de la Tierra.
Los científicos observaron la generación de tectitas después de que el horno termonuclear soviético Tokomak 10 fue encendido (en aquella época era el más grande del mundo). Las temperaturas que produjeron las tectitas terrestres eran superiores a cien millones de grados. Cuando fueron comparadas con las venidas del espacio, no quedaba duda de que también éstas eran de origen termonuclear.
Para los científicos rusos esta es una prueba importantísima, ya que desecha la teoría que dice que las tectitas son un subproducto de los meteoritos que penetran en la atmosfera y llegan a la superficie de la Tierra con una velocidad tan grande, que, en el impacto, generan tales temperaturas. Pero sin embargo se sabe que las temperaturas generadas por impacto de meteoritos jamás son superiores a dos ciento mil grados centígrados.
Los científicos atómicos admiten que a una temperatura de cientos de millones de grados el agua se transforma en un combustible similar al que da potencia a la bomba de hidrógeno.
Según deducciones de propio Zigel con la corteza destruida, el planeta continuó desintegrándose hasta que, finalmente, quedaron sólo fragmentos.
Para Zigel y compañía, la reacción en cadena que ocasiono la destrucción de Faetón no fue natural, sino, desencadenada, una vez iniciada, se desencadeno sin control y termino con el planeta. Esa fuerza inicial es de origen “humano u humanoide”. Los hombres de la especie que fueran, que habitaba Faetón pertenecían a una civilización que causo la destrucción de su propio planeta, talvez con una guerra termonuclear.
Los Dioses extraterrestres de Faetón
Al pensar en una civilización con alto grado de desarrollo y capaz de manejar tecnología termonuclear, podemos suponer que también poseían amplios conocimientos espaciales. Tal es así, que sus naves espaciales podían navegar por el sistema solar y tratar de escapar a una nueva morada ubicada dentro del anillo de la vida, una franja ocupada por Venus, Marte y la Tierra.
Estos astronautas no tenían opción, escaparon a la destrucción de su planeta. No tenían donde ir y tampoco podían volver. Muchos de ellos llegaron a Marte, otros a la Tierra y el resto murió. Quizás esta teoría pueda explicar las antiguas leyendas de dioses que llegaron al planeta Tierra en carros de fuego, que fueron documentadas, preservadas y transmitidas por nuestros ancestros.
Kazantsev, además piensa que las setecientas dieciséis placas de piedra descubiertas por los chinos en la frontera chino-tibetana fueron abandonadas por una tribu cuyos ancestros eran extraterrestres. De acuerdo con un arqueólogo chino, que dice haber descifrado parte de los mensajes en ellas inscritas, la tribu se extinguió. Eran humanoides y no pudieron adaptarse al ambiente terrestre.
A pesar de parecer una historia fantástica, dijo Kazantsev, no debemos desechar esta hipótesis. Las naves espaciales de Faetón pueden haber aterrizado en este planeta. Tenían tecnología, herramientas y armas. Después del aterrizaje, no había cómo, ni donde volver. Ellos pueden haber establecido una colonia de habitantes de las cuevas, conscientes de que ésta era la única posibilidad de supervivencia.
¿Cuándo desapareció Faetón?
¿Pero, si ocurrió, en que época ocurrió la destrucción masiva del planeta? ¿Estaba la Tierra en condiciones de recibirlos? ¿Cómo era su atmosfera, su gravedad, el aire?
Según Kazantsev, todavía no contaban con indicios de la época en que se produjo la explosión. Pero puede estimar entre uno quinientos mil y un millón de años. Este periodo coincide con la aparición del Neanderthal.
Podemos especular, cuenta Kazantsev, que los descendientes de Faetón, establecieron un puente evolutivo entre el hombre primitivo y el pensante, talvez para ayudarle, educarlo, dejándolo con historias de dioses venidos del cielo en carros de fuego y leyendas de guerras atómicas no en la Tierra, sino en Faetón.
¿Es posible la teoría de Faetón para la ciencia occidental?
La respuesta para los hombres de ciencia occidental es simple y categórica. NO.
Según los científicos, si un planeta estalla, sus trozos se alejarían en diferentes direcciones, siguiendo orbitas diferentes alrededores del Sol. Pero esa orbita, tendría un punto de comienzo, o se cruzarían siempre en el sitio donde hubiese estado el planeta original. Ello no ocurre con la orbitas de los asteroides. Además, los fragmentos de dicha explosión seguirán orbitas que, aunque se cruzaran, serian de diferentes tamaños y formas.
Por otro lado, los científicos aseguran, que la cantidad de materia existente en el cinturón de asteroides, apenas alcanzaría para construir una esfera del tamaño de 1300 kilómetros, no mayor al tamaño de la India.
Reflexión Final
Kazantsev y Zigel están convencidos que sus pruebas son concluyentes. Lejos, en el espacio, el planeta Faetón, alguna vez hace muchos años estuvo en órbita más allá de Marte. Su civilización era más adelantada que la humana actual.
El uso indiscriminado de la energía termonuclear acabo con la vida del planeta, provocando su destrucción, dejando un montón de escombros rocosos vagando en lo que hoy conocemos como el cinturón de asteroides.
Según Kazantsev y Zigel, los sobrevivientes de la mencionada catástrofe, quedaron abandonados en el espacio, llegaron a Marte y a la Tierra, se comportaron como Dioses y ayudaron al hombre a crear una nueva civilización.
No cabe duda que la historia de Faetón como tantas otras es una historia fantástica. Pero nuestros antepasados no muy lejanos hubieran imaginado un futuro con aeronaves voladoras, internet, teléfonos celulares, calles atestadas de vehículos.
Hasta hace pocos años, la hipótesis de Faetón planteada por unos cuantos científicos rusos había quedado obsoleta por el modelo de disco de acrecimiento.
(Un disco de acrecimiento o disco de acreción es una estructura en forma de disco de gas y polvo alrededor de un objeto central masivo. El disco alimenta el cuerpo central siendo atraído por éste y contribuyendo a su aumento de masa.)
Pero los nuevos descubrimientos que han surgido desde el año 2010, respecto a la composición de algunos asteroides entre Marte y Júpiter, ha encendido una pequeña luz verde a Faetón y permitió replantear hipótesis que creíamos confirmadas.
También sugirieron nuevos estudios que indican fehacientemente anormalidades en las orbitas de los planetas más exteriores de nuestro sistema solar. Dando a entender a los científicos que nuestro alrededor aún guarda grandes misterios.
En definitiva, no debemos dar ningún conocimiento por certero, porque seguramente poco tiempo después, alguien encontrara una nueva verdad. Y después de todo, ¿Quién es poseedor de la verdad definitiva?
Yo creo que Faetón es Nibiru. Hay documentación de sobra que lo verifica.
Hola Facu, gracias por comentar. Estoy escribiendo sobre una teoria de Spedicato Emilio muy interesante. Si quieres te recomiendo buscar sobre el autor. Gracias y Saludos