En un principio puede parecer una historia de ficción, incluso hasta bizarro, pero te invito a leer este resumen sobre la Teoría del físico, en donde entre otros hechos propone que el Planeta rojo fue un satélite de la Tierra.
Antes de comenzar tomemos unos breves párrafos para saber:
¿Quién es Emilio Spedicato?
Emilio Spedicato nació en la ciudad de Milán en el año 1945. Licenciado en física en 1969 en la Universidad de Milán. Doctorado en Matemáticas Computacionales de la Universidad Tecnológica de Dalian en China (primer doctorado en matemáticas para un no chino). Conoce diez idiomas y es pianista aficionado.
[the_ad id=»5012″]Además es autor de más de 370 artículos matemáticos y unos 250 en otros campos (astronomía, historia, geografía, ciencia bíblica, música…). Al final del articulo te dejo el link de su página.
Spedicato ha dedicado mucho tiempo de su vida a reconstruir la historia humana antigua.
En un trabajo publicado en el año 2012, denominado “De Nibiru a Tiamat. Un escenario astronómico para entender la cosmología sumeria”, el autor modifica los paradigmas de Zecharia Sitchin, originando una inusual, pero muy interesante teoría.
Spedicato y el Planeta X
En el trabajo Spedicato, argumenta que el ciclo orbital del Planeta Nibirus, no es de 3600 años como argumenta Sitchin, sino solamente de 20 años y que el paso de este cuerpo celeste cercano al Planeta Tierra por el año 10000 A.C, acabo con la Era de Hielo, y la civilización existente.
Como consecuencia de este fenómeno traumático, la Tierra obtuvo un satélite natural de Nibiru, objeto celeste al que hoy llamamos Luna.
El autor va mas allá y argumenta que el Planeta Nibiru, culmino su existencia al impactar contra Júpiter por el año 6900 A de C.
Todos estos acontecimientos produjeron grandes cambios en el sistema solar, que detalle a continuación.
El dudoso origen de la Luna
Los científicos han propuesto muchas ideas sobre cómo se formó la Luna. La teoría del impacto gigante, especula que cuando la Tierra era un planeta joven y apenas comenzaba a formarse, hace aproximadamente unos 4500 millones de años, fue golpeada por otro planeta emergente llamado Theia, ubicado muy cerca de su órbita.
La colisión provocó que ambos planetas se separaran temporalmente en globos de gas, magma y elementos químicos antes de reformarse en los cuerpos que hoy conocemos como la Tierra y la Luna.
Sin embargo, Spedicato menciona en su trabajo que la composición química de las rocas de la Luna es muy diferente a la de la Tierra. Además, muchas rocas tenían una composición isotópica diferente.
Por lo que lo llevo a enfocar el nacimiento de la Luna desde otro punto de vista.
Una nueva teoría sobre el origen de la Luna
La propuesta de Spedicato, es que el origen de la Luna radica en la captura por parte de la Tierra de un satélite proveniente de un cuerpo celeste, en un principio externo a nuestro sistema solar, al que llamaremos P que paso muy cerca de la Tierra.
El cuerpo P, entro al sistema solar, seguramente desde las regiones externas del cinturón de Kuiper, proveniente de una estrella enana marrón que estaría vinculada gravitacionalmente con nuestro Sol. (ver Perturbación de Sagitario).
El satélite del planeta P, entro en la zona de la esfera de Hill de la Tierra, donde la gravedad del planeta predomina ante la del Sol y fue capturado por nuestro planeta.
Este evento tuvo lugar en el año 9450 ac, cuando la Edad de Hielo por la que atravesaba nuestro planeta concluyo abruptamente, junto con las civilizaciones de la Atlántida, Lemuria y otras que vivieron en la Tierra antes del 10000 ac.
El final de la Edad de Hielo, se debió a los dramáticos efectos gravitacionales, que ejerció el cuerpo P sobre la corteza terrestre. Generando movimientos de las placas tectónicas, terremotos y miles de kilómetros de fallas. Todos estos procesos emitieron gran cantidad de magna, originando una lluvia cálida que derritió de manera progresiva los hielos, aumentando de manera considerable la temperatura media global.
Spedicato, propone que la captura de la Luna por parte de la Tierra, tuvo lugar, cuando en la aproximación del cuerpo P, su satélite quedo ubicado entre la Tierra y este satélite. En ese momento la Tierra estaba más cerca del satélite que el propio cuerpo P, ejerciendo a partir de ese momento un domino gravitacional.
Entonces P se alejó de la Tierra dejando atrás su satélite.
En los comienzos, la órbita inicial de la nueva Luna adquirida no era circular, pero la circularización ocurrió rápidamente, quizás en menos de un siglo.
La orbita inicial de la luna también era más cercana a la Tierra. Moviéndose a la distancia actual después del Diluvio Universal, que para el autor tendrá la fecha de 3161 ac.
¿La luna estaba más cerca de la Tierra?
De hecho, en las tablillas astronómicas sumerias, en la cuales se hace referencia Nannar (la Luna), esta se alza en los cielos más grandes que el Sol, cuyo tamaño aparente era de solamente dos tercios el de la luna. (ver Nibiru, Enuma Elish y el origen del mundo)
En la actualidad la Luna y el Sol tienen casi el mismo tamaño angular y no existen razones para pensar que el tamaño del Sol era diferente en la época sumeria, se deduce que la distancia de la Luna con respecto a la Tierra era de 2/3 de la actual.
Marte era un satélite de la Tierra
Según el autor, previamente a la captura del nuevo satélite, nuestro planeta tenía que tener otro satélite. Una razón es la existencia de ciertas estructuras sedimentarias, que se encuentran especialmente a lo largo de las costas orientales de Australia, que se denominan varvas y que se forman en cada ciclo de la Luna.
Al parecer, las varvas existían antes del final de la Edad de Hielo, lo que da serios indicios de que la Tierra tenía que tener otro satélite.
El candidato para el satélite anterior, que muy probablemente no fue eliminado inmediatamente como satélite de la Tierra después de la captura de la Luna, es Marte.
Si la teoría de Spedicato, seria comprobada, el planeta rojo (en la actualidad) estaba en la zona habitable, siendo muy diferente a como lo conocemos hoy en día.
Marte debía poseer una atmosfera, agua y probablemente vida.
El apoyo a esta hipótesis proviene de su composición de roca similar, tasa de rotación y ángulo sobre el plano de la eclíptica, los dos últimos hechos apuntan a una relación prolongada con la Tierra, lo que resulta en fenómenos de resonancia.
¿Pero, como se veía el cielo en la antigüedad?
Si según esta teoría Marte, no era un planeta, sino un satélite de la Tierra y la Luna en realidad no era la Luna, sino un satélite de un planeta ajeno al sistema solar interior, entonces otra pregunta importante que surge es: ¿Cómo se veía el cielo?
Talvez, podríamos encontrar una respuesta en un pasaje del libro “De Die Natali” de Censorinus, donde este erudito romano del siglo III d.C. escribe sobre un tiempo en que la luna no estaba en el cielo de la Tierra.
Este escrito se ha utilizado por algunos para indicar que la Tierra a adquirido la Luna en algún periodo no muy lejano de su historia.
“Los arcadios afirman, pero yo no creo, que antes de que existiera la Luna el año no tenía doce sino tres meses. Observe que los arcadios, que viven en una región elevada del Peloponeso protegida en el norte por la cordillera de Erymanthus, alcanzan unos 2400 m”.
Bajo la teoría que estamos desarrollando la información brindada por Censorinus, deja de ser descabellada. El satélite anterior a la Luna, no realizaba doce, sino solamente tres ciclos por año.
Esto lleva a pensar que Marte como satélite de la Tierra, se movía mucho más lento que la Luna, o que su distancia a la Tierra era mayor.
A partir de la tercera ley de Kepler, podemos estimar que Marte se encontraba a una distancia aproximada de un millón de kilómetros, con respecto a la distancia actual de la Luna de unos 380.000 Km de la luna.
Es por ello, que Marte como satélite de la Tierra, en los cielos de más de 12000 años de antigüedad, se vería más pequeño y menos luminoso que la luna actual.
Pero en nuestros tiempos, el Planeta Marte dejo de estar unido a la Tierra. De ser verdadera la teoría anterior, algo tuvo que haber sucedido en el pasado, que haya llevado a Marte a su órbita actual y terminar su vínculo gravitacional con la Tierra.
Lo que se expone, es que, en un pasaje cercano del cuerpo P, este haya pasado cerca de Marte, provocando un fuerte tirón gravitacional llevándolo a una órbita más lejana.
¿Cómo eran los demás planetas del sistema solar?
Durante el periodo que el Planeta P (Nibiru) quedó atrapado por la fuerza gravitacional del Sol, tenía una orbita de 20 años y cruzaba o se acercaba a la Tierra tanto como a júpiter, por su órbita altamente elíptica.
Durante ese periodo de tiempo, ni Marte, ni Venus orbitaban la órbita conocida en el presente.
A partir del período orbital y la tercera ley de Kepler, el semieje principal de Nibiru se puede estimar en 7,4 AU, o 1.110 billones de kilómetros, por lo tanto, menos que el semieje principal de Saturno, que es 1,426 billones.
Por lo tanto, Nibiru no cruzó la órbita de Saturno. El cálculo del semieje menor, equivalente a la excentricidad, aún no se ha realizado. Si asumimos que Nibiru pasó cerca de la Tierra y perdió un satélite, la excentricidad tenía que ser bastante significativa, lo que implicaba problemas de estabilidad para todo el sistema solar.
En los por lo menos 20 cruces que tuvieron lugar entre Nibiru y la Tierra, no se sucedió nada, debido a que la Tierra estaba lo suficientemente lejos al momento del cruce.
Pero un día, Nibiru se acercaba nuevamente a la órbita de la Tierra, encontrando a esta última peligrosamente cerca, tan cerca que provoco cambios drásticos, capturando su satélite.
Fuente: Emilio Spedicato
Realmente me apasiona de sobremanera todo lo q se relaciona con los planetas y de como se pudo desarrollar vida en cada uno de ellos!!! Porque no estamos solos en el universo🌈❤ me encantaría estar escudriñando nuestro cielo pero no tengo nada para hacerlo ni medios económicos!( menos estudio) gracias x publicar estas historias verdaderas q me encantan!! Saludos 🤗 y perdón si ofendo a alguien!!
Hola Juan gracias por tu opinion. Lo bueno de hoy en dia es que internet nos abre un mundo de conocimiento, para poder leer e investigar sobre lo que queramos. Un saludo, Cesar