El manuscrito descubierto contiene información detallada sobre los ingredientes de un bálsamo herbal y antibacteriano que se elaboraba para conservar los restos mortales.
El antiguo Egipto nunca dejara de sorprendernos. Es que cada día entendemos un poco más sobre la vida, las técnicas y los conocimientos de la época.
En esta oportunidad, los investigadores encontraron un papiro que data aproximadamente de unos 3500 años. El mismo se ha considerado uno de los primeros manuales médicos que se conocen. En el mismo se detalla una serie de técnicas de momificación utilizadas por los antiguos egipcios durante la preparación de sus difuntos para la otra vida.
La egiptóloga de la Universidad de Copenhague, Sofie Schiodt, logró reconstruir una serie de técnicas de embalsamamiento facial detalladas en el papiro Louvre-Carlsberg, un antiguo manuscrito dedicado casi en su totalidad a la herbolaria y al tratamiento de enfermedades cutáneas.
En su tesis doctoral, la investigadora expone que el procedimiento descrito en el papiro, que data de alrededor del año 1450 a.C., contiene información «muy detallada» sobre los ingredientes utilizados en la elaboración de un bálsamo aromático y antibacteriano compuesto principalmente por sustancias de origen vegetal y aglutinantes, elementos que eran cocidos hasta obtener un líquido.
Al parecer el proceso de momificación era muy meticuloso, los embalsamadores aplicaban cada cuatro días la solución herbal sobre el rostro del difunto, que envolvían con trozos de lino rojo para protegerlo de insectos y cualquier tipo de animal carroñero.
«Aunque este procedimiento no se había identificado antes, los egiptólogos habían examinado previamente varias momias de la misma época que este manual cuyos rostros estaban cubiertos de tela y resina; esto encajaría bien con el procedimiento con lino rojo descrito en este manuscrito«, apuntó la Schiodt.
El embalsamamiento de cuerpos era considerado un arte sagrado reservado para muy pocos individuos y el conocimiento sobre este ritual era transmitido oralmente, por lo que hay pocas fuentes escritas que describan el proceso.
Hasta el momento, únicamente se conocen dos textos relacionados con esta práctica, ambos más recientes que el papiro Louvre-Carlsberg.
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