Como vimos en el artículo: “Levitación Humana, casos documentados”. La levitación es el efecto mediante el cual un cuerpo u objeto se encuentra en suspensión, manteniéndose en el aire sin apoyo natural, bajo los efectos de la gravedad.
El arte de la Levitación fue mencionado por muchos pueblos antiguos, pero en el año 1936 la revista Illustrated London New, publico una serie única de fotografías, en donde se mostraba las sucesivas etapas de la meditación de un yogui indio, Subbayah Pullavar.
[the_ad id=»5012″]Subbayah Pullavar
El señor Plunkett, un testigo único del acontecimiento, relata:
“eran las 13.30 de la mañana, con el sol justo encima de nosotros, de modo que las sombras fueron incapaces de jugar una mala pasada al espectáculo. A poca distancia, de pie y en silencio estaba nuestro protagonista. Subbayah Pullavar, de cabellos largos, bigotes caídos y una extraña mirada. Nos saludó, y converso un breve momento con nosotros. Nos indicó que practicaba este tipo de yoga desde hace más de 20 años, tal como lo habían hecho sus antepasados. Le pedimos permiso para tomar fotografías de su actuación y accedió gustosamente”.
Flotando en el aire
Los preparativos habían comenzado. Se vertió agua alrededor de la tienda de campaña en la que iba a tener lugar la levitación; se prohibieron los zapatos con suela de cuero dentro del círculo y el levitador entró solo en la tienda de campaña.
Unos minutos después, los ayudantes la retiraron de allí; dentro del círculo se encontraba el faquir, flotando en el aire.
Plunkett y otros testigos se adelantaron para investigar; el faquir estaba suspendido en el aire, a un metro aproximadamente del suelo.
Aunque estaba agarrado a un bastón cubierto de tela, parecía solo usarlo para mantener el equilibrio, no para sostenerse.
Plunkett y su amigo, observaron detenidamente el espacio por debajo y alrededor de Subbayah Pullovar y lo encontraron desprovisto de cuerdas o cualquier otro aparato “invisible”.
El yogui estaba en trance y muchos testigos creyeron que había levitado, aunque otros sugerían que solo se trataba de un estado cataléptico.
Las famosas fotografías fueron tomadas desde varios ángulos, durante los cuatro minutos que duró el espectáculo; después, la tienda de campaña fue montada nuevamente alrededor del faquir.
Evidentemente el descenso o vuelta a la normalidad, era algo privado, pero Plunkett se las ingenió para presenciarlo, observando a través de las delgadas paredes de la tienda:
“Al cabo de un minuto, aproximadamente, pareció oscilar y entonces empezó a descender muy lentamente, siempre en posición horizontal. Le llevo unos cinco minutos resbalar desde el extremo del bastón hasta el suelo, una distancia de un metro, más o menos. Cuando el faquir estaba en el suelo, sus ayudantes lo trajeron hacia donde estábamos sentados y nos pidieron que tratásemos de doblar sus miembros. Aun con ayuda, fue completamente imposible.
El yogui fue friccionado y mojado con agua fría durante otros cinco minutos antes de que saliera de su trance y recuperada la movilidad de sus miembros”.
¿Cualquier persona puede levitar?
Al parecer los movimientos oscilantes y la posición horizontal parecen ser esenciales en la verdadera levitación. Los estudiantes de meditación trascendental, aprenden a levitar en algunos centros de estudios. Un estudiante describió este logro casi imposible:
“La gente se balancea suavemente, luego más y más y después empieza a elevarse en el aire. Hay que estar en la posición del loto para conseguirlo; puedes hacerte daño al bajar, si llevas el tren de aterrizaje colgando. Cuando empiezas es como el primer vuelo de los hermanos Wright; te das un porrazo. Por ello nos sentamos en cojines de gomaespuma. Después aprendes a controlarlo mejor y es una experiencia que provoca euforia”
Entonces, ¿puede levitar cualquier persona? Los estudiantes de meditación transcendental creen que si, después de un largo adiestramiento mental. Las disciplinas espirituales y físicas de los yoguis parecen proporcionarles una preparación adecuada para desafiar la gravedad.
Reflexión final
¿Es posible que los seres humanos leviten? A lo largo de la historia ha habido muchos relatos anecdóticos de personas que levitan. Muchas religiones tienen sus historias tradicionales de levitación. Se dice que Milarepa, el gran yogui del Tíbet del siglo XIII, tenía la capacidad de levitar. Según los informes, los Ninja de Japón también pudieron levitar. Algunos de los mejores registros de levitaciones se encuentran entre los documentos cristianos que indican que más de 200 santos católicos han sido acreditados con levitación.
Comparado con otros fenómenos paranormales, la levitación es una rareza poco frecuente y nos plantea profundos interrogantes sobre nuestro potencial físico y psíquico.
Creer que una persona solo utilizando su fuerza mental pueda vencer la fuerza de la gravedad parece una historia de ficción y muy poco creíble.
Es por ello que en este instante me pregunto: ¿Creo en la levitación?
La primera respuesta es NO.
La segunda pregunta que me realizo es: ¿Porqué se escondió en la tienda antes de realizar el acto?
Pero debo también entender que el mundo está repleto de historias muy poco creíbles, llamadas inverosímiles.
Se dice que algo, una historia, por ejemplo, es inverosímil cuando no tiene apariencia de verdad. Es decir, básicamente, algo inverosímil es aquello que no es para nada creíble.
Y en este mundo de hoy, te animas a decir: ¿Qué es verdad o que es creíble?
Todo lo creíble es verdad, pues lo que se cree es lo que se crea. En verdad no hay ningún misterio, sino que le llamamos misterio a lo que no podemos explicar su causa. Te Abrazo
Muy interesante reflexion… Como dijo nuestro amigo Einstein
“La realidad no es otra cosa que la capacidad que tienen de engañarse nuestros sentidos.”