Un gato yace al sol en Perú, presenta sus orejas erguidas y alerta, el vientre expuesto y la cola estirada.
El gato mide unos 37 metros de largo y se piensa que tiene alrededor de 2000 años. Es un geoglifo descubierto recientemente en el famoso desierto de Nazca en Perú.
Después de que las autoridades comenzaron a mejorar el acceso a un mirador llamado Mirador Natural, un equipo de investigación notó un gato apenas visible en una ladera.
«Es bastante llamativo que todavía estemos encontrando nuevas formas, pero también sabemos que hay más por encontrar», dijo Johnny Isla, arqueólogo jefe de las líneas de Nazca en Perú.
Las famosas líneas de Nazca son dibujos enormes en el suelo del desierto de Nazca, en su mayoría creados por la cultura Nazca entre los años 500 a. C. y 500 d. C.
Debajo de los guijarros marrón rojizo del desierto hay un suelo gris amarillento; cuando se quita la capa superior, expone un color más claro. No hay mucha lluvia, viento o erosión en la región, por lo que las formaciones creadas por el hombre podrían permanecer relativamente bien durante miles de años.
La subcapa de suelo también contiene grandes cantidades de cal, que se endurece con la exposición a la humedad ambiente, proceso que ayuda a mantener las líneas a salvo de la erosión.
Algunas de las líneas de Nazca son formas geométricas, otras son líneas simples y otras se combinan en elaboradas representaciones de animales y objetos, que a menudo se extienden varios metros y se ven mejor desde lejos o desde el cielo.
Este geoglifo particular de un gato se ha fechado entre 200-100 a. C., lo que significa que forma parte del denominado período tardío de Paracas. Dado que la cultura Nazca comenzó alrededor del año 100 a. C., se piensa que la cultura Paracas más antigua puede ser responsable de la creación del gato.
Llamativamente hace que el gato sea más viejo que cualquiera de los otros geoglifos que se encuentran en el área.
«El descubrimiento muestra, una vez más, el rico y variado legado cultural de este sitio», dijo el ministerio en un comunicado.
“Aunque no estamos seguros de por qué estos enormes símbolos fueron grabados en el desierto, estudios recientes nos han dado algunas pistas, lo que sugiere que pueden haber servido como marcadores de viaje o para ser vistos por deidades en el cielo”, agrega el comunicado
El gato se ha limpiado cuidadosamente y se ve como nuevo. Ahora forma parte de la colección de figuras de Nazca.