De los muchos usos posibles del Tarot, la “tirada” es la más conocida. Llevada a cabo ya sea para uno mismo o para otros, opera mediante la selección de cartas generalmente volteadas hacia abajo.
Condiciones ideales para tirar el tarot
Es fundamental conocer cuáles son las condiciones ideales para tirar el tarot. En una habitación tranquila, con un incienso ardiendo, sobre un tapete de juego, mucho mejor si es color violeta o azul oscuro, se comienza por pedir permiso al tarot para plantearle interrogantes.
Hay que barajar las cartas con las figuras boca abajo y sacar una carta al azar. Si sale del derecho, y no siendo el Loco, ni la Justicia, ni el Arcano sin Nombre (la Muerte), se puede comenzar a realizar preguntas. Si no, habrá que formular de otro modo la primera pregunta o simplemente dejar la sesión para otro día.
Por ningún motivo, hay que echar al mismo tiempo los arcanos mayores y los menores. Los arcanos mayores proporcionan resultados más exactos en lo concerniente con las grandes orientaciones y problemas transcendentales. En cambio, los arcanos menores se ocupan de los problemas prácticos y cotidianos.
Todo lo que tiene que ver con la potencialidad personal, debe preguntase entre la Luna nueva y Luna llena. Y lo relacionado con las actividades creadoras debe preguntase entre la Luna llena y Luna nueva.
El sentido de los arcanos es triple: las láminas tienen resonancia en nuestra mente, nuestro físico y nuestro sentido metafísico.
Arcanos personales
Desde el nacimiento, cada uno de nosotros posee cuatro arcanos que corresponden a la personalidad, al medio en que ha nacido, a los fines que desea obtener y, durante la edad madura, a la reflexión. Un quinto arcano, que es la suma de los cuatro primeros, equivale al resultado de todos estos datos.
¿Cómo encontrar los arcanos personales?
Existe un método muy simple, que retoma la “rueda de Pitágoras”. De hecho, se trata en basarse en la numeración del alfabeto. La tradición afirma que ésta data de Pitágoras y que fue transmitida de generación en generación por los adeptos del ocultismo.
La rueda de Pitágoras atribuye un valor a cada letra (ver figura A). Se trata entonces de calcular el valor pitagórico de cada letra del nombre de pila, simple o compuesto, y del apellido. A cada letra corresponde una cifra: sume el total del nombre de pila, después el total del apellido y sume las dos cifras.
Ejemplo: Suponga que su nombre es Juan Pérez. Lo que da, J-15, U-9, A-1, N-26, por ende, se procede a realizar la suma: 15+9+1+26 = 51, para el nombre.
Para el apellido; P-77, E-3, R-11, E-3, Z-70, o sea: 77+3+11+3+70 = 164.
Ahora sumamos 51 (del nombre) + 164 (del apellido) = 215.
Ahora, se procede a hacer una reducción teosófica de 215: 2+1+5 = 8. Así obtenemos el primer arcano de la línea de la vida de Juan Pérez que será el número 8, la Justicia.
Realizamos el mismo método con la fecha de nacimiento. Supongamos que Juan Pérez nació en el año 1950; lo que da 1+9+5+0 = 15. Por ende, el arcano del medio familiar será, el numero 15: el Diablo.
El tercer arcano se obtiene reduciendo el segundo arcano: 1+5=6, ese número representa al Enamorado.
El cuarto arcano, que representa la edad madura, se halla sumando el primero y tercer arcano, o sea 8+6=14. Cuando se obtiene un número mayor a 22 hay que realizar una nueva reducción teosófica.
Por último, para encontrar el quinto arcano se suman todos los arcanos obtenidos, o sea 8+5+6+14 =43.
Se reduce esa cifra: 4+3=7. Por lo tanto, para Juan Pérez, el arcano que representa el resultado de una vida será el Carro. Si una reducción sumara 22, el arcano hallado seria el Loco, entonces se tomará, si trata del segundo arcano (calculado con el año de nacimiento), 0 para la segunda lamina y 4 para la tercera. Para calcular la quinta lamina se encontrará el 0 en segunda posición.
Es conveniente meditar, con las cinco cartas de la línea de la vida en algunos periodos del año. Los más favorables son las fechas del solsticio de invierno y de verano. Durante el solsticio de invierno, encontramos la noche más larga del año, se saca una carta de esas cinco y el arcano elegido designa las perspectivas del año.
En el solsticio de verano, la noche más corta del año, hay que concentrase en el quinto arcano.
Antes de estudiar los arcanos mayores conviene conocer las leyes que lo rigen. También conviene saber que esas leyes tienen valor si las cartas aparecen del derecho. Si se presentan al revés, las leyes se invierten y resultan negativas.
Tirada del Tarot dinámica o “viva”
Hay que lograr que la persona para quien se va realizar la tirada se encuentre relajada y concentrada en la pregunta que va a realizar. Debe mezclar los 22 arcanos mayores y extenderlos en forma de abanico hacia abajo en la dirección elegida.
La persona a quien se le realiza la lectura pondrá, tres cartas hacia abajo, dispuestas de izquierda a derecha. Luego deberá voltearlas hacia arriba, teniendo en cuenta no girarlas en 180 grados. de este modo tendremos el pasado (a la izquierda), el presente (en el centro) y el futuro (a la derecha).
Esta secuencia de tres cartas se desarrollará de acuerdo a la orientación de los personajes, quienes sugerirán (o no) la postura de otras cartas para complementar las otras, y así constituir un conjunto terminado.
Cada tirada puede ser desarrollada también de forma “triangular”. En este tipo de tirada que es precisamente dinámica, interactiva y “viva”, la lógica de la tirada permanece abierta. También es posible ubicar cartas adicionales cerca a cada una de ellas, o incluso por sobre o por debajo de aquellas orientadas en la dirección opuesta. Sin embargo, se aconseja desarrollar gradualmente una tirada para que las secuencias de cartas sean siempre comprensibles tanto como para el consultor como para la persona a la cual se le realiza la lectura.
Tirada del Tarot en Cruz
Esta conocida tirada se basa en una cruz formada por cuatro cartas, con una quinta ubicada en el centro.
La primera carta, puesta a la izquierda, representa a la persona que selecciona las cartas. La segunda carta, puesta a la derecha, representa la realidad que la persona debe enfrentar. Estas dos cartas juntas representan la rama horizontal de la cruz, correspondiente a la parte pasiva de la tirada.
La tercera carta, ubicada en la parte superior, presenta lo que la persona debe aseverar. La cuarta carta, ubicada en la parte inferior, revela la solución del proceso actual. Por su parte, estas dos cartas constituyen la rama vertical de la cruz, representando la parte activa de la tirada que revela lo que está en juego.
Finalmente, la quinta carta, ubicada en el centro, revela la clave del proceso que se está llevando a cabo, la cual es importante que la persona comprenda y perciba para alcanzar el propósito y enfrentar constructivamente la situación. Esta última carta no es obtenida por selección, sino que mediante la reducción aritmológica de las cuatro cartas que constituyen la cruz, la suma de los cuales debe ser continuamente reducida hasta que iguale a un número entre 1 y 22 para que corresponda a un arcano mayor.
Reflexión Final
Para los creyentes, en el poder de las cartas del Tarot, se encuentra el destino, guiado por el nombre que lleva la persona y su fecha de nacimiento.
Diversos estudios afirman que el nombre que eligieron tus padres condiciona algunas de tus elecciones y hasta imprime una huella en lo que te depare la vida: desde qué trabajo elegís hasta cuántos años vivirás, todo tiene que ver en algún grado con las letras que te nombran.
Según el libro del Génesis, Abram cambió su nombre por el de Abraham para adaptarse a su rol de «padre de multitudes», que es el significado de Abraham en idioma hebreo.
Obviamente, la gente que cree en el poder de las cartas, me dirá que esta todo relacionado y que el tarot sabiamente podrá predecir nuestro destino.
Para las otras personas, que ven el tarot como un mazo de naipes, será solo una sucesión de casualidades.
