Se ha convertido en uno de los casos más controversiales de la ufología chilena. Se dice que está ubicada en la Región de Aysén pero pocas personas han logrado contactarse con los habitantes de la misteriosa Isla Friendship.
Esta zona austral de Chile es famosa debido a que albergaría a ovnis y extraterrestres y durante más de dos décadas ha sido todo un misterio.
¿Dónde está la Isla Friendship?
No hay una certeza sobre su ubicación, pero muchos creen que quedaría en la Región de Aysén. Los rumores mencionan a que estaría cerca del archipiélago de los Chonos y el de las Guaitecas, en las coordenadas 45°1’20.88″S 74°10’16.18″W.
Historia de la Isla Friendship
Las teorías y leyendas ufológicas entorno a la Isla Friendship comenzaron hace poco menos de treinta años. Algunos señalan que sólo fue un experimento mental, mientras otros afirman que fue obra de los nazis.
En cambio, los más creyentes de la vida en otros planetas, dicen que son seres extraterrestres que escogieron la zona austral de Chile como base para sus operaciones en la Tierra.
En 1983, el chileno Ernesto de la Fuente declaró haberse comunicado con los habitantes de la Isla Friendship. Incluso, afirmó que la comunidad lo curó de cáncer al pulmón y hasta la actualidad es uno de los relatos más polémicos y enigmáticos sobre el tema.
¿Cómo son los habitantes de la Isla Friendship?
Algunos testigos afirman que son seres nórdicos de aspecto humano, pero que serían extraterrestres. Se dice que hablan en castellano, pero con un tono inglés y se hacen llamar como los ángeles, Miguel, Rafael, Ariel, etc.
La famosa isla estaría habitada por hombres, mujeres e incluso niños de diferentes etnias, que han sido invitados por poseer un código genético especial.
Haciendo contacto
El primer contacto que se tuvo con éstos personajes se dio en 1985 por un radioaficionado de Santiago, quien menciona cómo los friendship predijeron el terremoto de aquella época en la zona central del país y hasta la caída del challenger.
Un supuesto contactado asegura que los seres que habitan la isla, provienen de las pléyades y están acá para ayudar a la humanidad en los cambios que se vienen produciendo, hasta que en algún momento podrán darse a conocer abiertamente.
El viernes 23 de noviembre de 2019 fallecía Ernesto de la Fuente Gandarillas a los 79 años de edad.
Ingeniero civil mecánico de la Universidad de Concepción y ex director de televisión en TVN, se hizo famoso en una entrevista con el programa “OVNI” de Patricio Bañados, donde contó su versión de Friendship.
De la Fuente comenzó su comunicación con los habitantes de casualidad en 1983. Entre sus hobbies se encontraba ser radioaficionado, es así que conoció a “Alberto”, un hombre de Chiloé que trabajaba en el Mytilus II y que trasladaba a estos “sacerdotes”.
Así, de la Fuente comenzó a tener una relación de amistad con estos seres, y comenzó a involucrarse en sus pruebas psíquicas.
De manera sorpresiva, un cáncer terminal arrojo un diagnostico lapidario: extirpación de uno de sus pulmones.
Este hecho lo llevó a aceptar una invitación de la Isla Friendship, para ser sanado ahí.
La isla de Sanación
El siguiente relato es una pequeña parte del viaje de Ernesto a la Isla y su experiencia extraído del blog personal (fuente al final de articulo).
“Por una precaria escalera de fierro oxidado, trepamos al embarcadero, que quedaba a más de dos metros sobre nuestras cabezas. Ahora se escuchaban fuertes truenos y caía granizo.
La superficie del embarcadero era plana, de concreto y sin barandas. Solo al fondo y pegada al cerro se veía una vieja caseta despintada y de no más de cinco metros de frente, con una puerta grande y de madera. Tras la caseta y conectada a ella, la pared del acantilado, de más de 15 metros de altura.
Todo el lugar se notaba abandonado, o por lo menos así lo parecía. Grandes helechos y hojas de nalca crecían adheridas a la construcción.
Al fondo se veían tres grandes estantes metálicos despintados y semi oxidados. Dos de ellos carecían de puerta y el otro la tenía colgando.
Llegamos a una especie de vestidor bastante amplio, donde dos varones nos pidieron que nos sacáramos toda la ropa, en pequeños cubículos individuales. Todo era blanco, con excepción de algunas fornituras de aluminio. Se nos había entregado a cada uno una caja, también de aluminio, donde deberíamos dejar nuestra ropa y objetos personales. Recuerdo que yo pretendí conservar el reloj, que era un Seiko muy completo que había comprado hacía poco y del cual estaba muy orgulloso.
De allí me llevaron a una especie de shower door de unos 2 por 2 metros de cerámica blanca con una puerta hermética de vidrio esmerilado. Se me explicó el procedimiento y comenzamos.
Vivía en una pequeña pieza de aproximadamente 3 por 3 metros, con una cama, una mesita con un terminal de computador y una ventana al exterior. La temperatura era constante y de aproximadamente 20º C , lo que para mí era un lujo, después de los fríos que estaba acostumbrado a sufrir en Chiloe. Tenía absoluta libertad de movimiento dentro de las instalaciones, las que eran cómodas y funcionales.
Así fui descubriendo detalles que poco a poco me fueron maravillando. Casi todo se gobernaba por computación, lo que no era muy común en esos días de 1989, había una piscina temperada, tres grandes invernaderos, salones con televisión satelital y otras comodidades que yo jamás me hubiera imaginado. Uno se encontraba con mucha gente en los pasillos, todo el mundo sonreía y nadie hablaba fuerte. No recuerdo haber visto una clínica u hospital»
Reflexión Final
Todo el relato, obviamente puede ser sometida a cualquier tipo de discusión. Pero esta historia tiene dos hechos concretos.
Uno de ellos el diagnostico de un cáncer de pulmón agresivo, el cual ha sido probado.
El otro, es la supuesta curación, la cual no podemos decir que haya sucedido en la isla. Pero lo que, si podemos decir, que el protagonista de esta historia, falleció muchos años después.
Fuente: Blog personal Ernesto de la Fuente Gandarillas: https://friendshipsweethome.blogspot.com/