Dicen aquellas personas ascendidas que, en el interior, más precisamente debajo de la superficie de nuestro planeta se encuentra la Gran Hermandad Blanca, que habitan las llamadas ciudades intraterrenas.
La Argentina al parecer guarda algunos de esos misterios bajo su superficie. Uno de ellos comenzó a develarse el 22 de febrero del año 2001, cuando un integrante del llamado Grupo 11 de la ciudad de Buenos Aires, Cristian Sanchez Barros, recibió una comunicación pictográfica, indicando un lugar de acceso a los confines de la Tierra.
El mensaje decía: “La Rioja, busquen el lugar y de allí el centro del portal. Habrá que hallarlo y vencer el olvido y la oposición. Pero vuestros hermanos guías les seguirán de cerca y los asistirán en todo lo que pueda ser imposible para ustedes”.
¿Dónde se encuentra la ciudad intraterrena de Ankar?
La ciudad intraterrena de Ankar se sitúa en la Provincia de la Rioja, Argentina, dentro del Parque Nacional Talampaya.
En este desértico lugar existe una zona denominada “Ciudad Perdida”, constituida por un gran cráter, que en su centro se eleva un único cerro de basalto negro en forma de pirámide.
Esta “Ciudad Perdida” es atravesada por el paralelo 30, el mismo que pasa por el sur del continente africano, por la Reserva Natural del Gran Desierto Victoria, en Australia y muy cerca de la Isla de Pascua.
Como dato adicional los entendidos mencionan además que este paralelo 30 en el hemisferio norte atraviesa la meseta de Gizeh, en Egipto, lugar donde se encuentran las tres grandes pirámides.
El paralelo 30 tanto en el hemisferio norte como en el sur, tienen algo
en común: por ambas líneas pasa el punto neutro de los polos negativo y positivo en los que se divide el campo magnético de la Tierra.
Esto, según estudios recientes, habría posibilitado la supresión de la gravedad y con ella gran parte del peso de los objetos, lo que explicaría fácilmente la manera en fueron trasladados los enormes bloques con que se hicieron edificios, pirámides y monumentos.
Pero también, el efecto del punto neutro en estos sitios permitiría más fácilmente la apertura de puertas interdimensionales
En busca de la Ciudad Intraterrena de Ankar
Según cuentan los guías del lugar, cada año cientos de personas llegan al lugar buscando conectarse con los maestros ascendidos de Ankar.
Uno de los grupos más llamativos, es el denominado Grupo de la Hermandad Blanca de la Tierra. Este grupo formado por personas de diferentes países llega regularmente al lugar buscando un volcancito negro que dataría de unos 18 millones de años, que está en Ciudad Perdida muy cerca del Cañón Arco Iris.
En el lugar, dicen contactarse con sus hermanos extraterrestres. Hablan en idiomas de otros planetas, entran en trance, gritan, se desmayan, hacen una especie de exorcismos y tienen sus encuentros cercanos del tercer tipo.
El grupo está convencido de que bajo la Ciudad Perdida está la ciudad intraterrena de Ankar, creada por una nave llegada desde la constelación Orión para instalar un laboratorio biogenético.
Además, ellos leen en el paisaje de Talampaya el resultado de un conflicto intergaláctico de consecuencias fatales.
- No dejes de leer: Dicen aquellas creencias populares que en el interior del Cerro Uritorco o debajo de él se encuentra la ciudad intraterrena de Erks. La ciudad Subterranea de Erks
Relatos Extraños de Ankar
Una de las anécdotas más atractivas que revela uno de los guías del lugar es que un día, cuando realizaban la primera excursión de la mañana, se encontraron con un grupo de personas vestidas con túnicas plateadas que salían del cañón.
Ante la sorpresa, los guías les preguntan cómo habían entrado y por qué estaban allí, y ellos les relatan que venían siguiendo desde la noche anterior una nave luminosa.
Habían pedido permiso para dormir sobre el techo de una casa en el pueblo cercano de Pagancillo, desde donde se podía ver la luz suspendida en el cielo.
Entrada la madrugada, la nave, comenzó a desplazarse hacia la zona de Talampaya; este grupo de personas la sigue, ingresan al parque sin autorización pasando el resto de la noche allí.
Los guías les dicen que no podían hacer este tipo de incursiones sin permiso y ellos les contestan que no responden a las leyes de los hombres, sino a las leyes del universo.
Los mismos guías también cuentan de un grupo de monjes extranjeros que contrataron una excursión exclusivamente para ellos, desde la mañana hasta la tarde, y que meditaban frente a una formación rocosa llamada “La chimenea”, que consideraban una puerta inter dimensional.
Visiones sobre la ciudad Intraterrena de Ankar
Muchas personas oriundas del lugar aseguran haber vistos luces desde la ruta cuyo destino es la Provincia de San Juan.
Estas son luces de forma esférica sobre el parque nacional, similares a las de «una ciudad de noche» vista desde la lejanía.
Los petroglifos de Talampaya
En la misma Puerta del Cañón, observamos los primeros petroglifos encontrándonos con diferentes símbolos y figuras: una muy llamativa muestra a dos figuras que se pueden interpretar como humanoides con escafandras similares a la que usan los astronautas.
Cuando nos adentramos en el rojo cañón que tiene paredones de hasta 180 metros de altura, pasamos frente a las distintas figuras formadas por la erosión que se las conoce con diferentes nombres: “El pesebre”, “El camello” “La catedral” y “El monje”, hasta que nos encontramos frente a “Los Pizarrones”, otro sitio de grabados que se extiende por más de 10 metros en uno de los paredones.
Son llamativas las similitudes con otros petroglifos milenarios encontrados en otras partes del mundo.
Una expedición directa a la ciudad intreterrena de Ankar
La siguiente historia es transcripta de manera resumida del documento: “Talampaya. La secreta vida en la Tierra”
El día 10 de octubre de 2002, a las 22.30, Cristian Sanchez Barros acampando en Talapanya junto a otras personas que formaban su grupo, recibió un claro mensaje.
Mardorx en contacto
“Esta noche vuestros corazones vibran en unidad con la luz del Profundo Amor. Talampaya ya ha sido signado para que ustedes vivan en nombre de muchos y de la humanidad todo lo que está previsto que vivan. La esfera de conocimiento dorada habrán de buscarla en la zona de Los Cajones, más allá de donde acabaron vuestros pasos.
En Ciudad Perdida mañana vivan el lugar, más tendrán la oportunidad para sentir lo que allí sucedió y aún hoy hay: el disco solar que habrá de activarse al terminar todo lo que deban hacer. Esta noche les estamos irradiando para prepararlos para una experiencia dimensional.”
En la madrugada del sábado Cristián durmió poco y entrecortadamente. Podía percibir con claridad la cercanía de los guías, sentía que le hablaban y que le armonizaban su cuerpo. Así transcurrieron las horas hasta que salió de la carpa cuando su reloj marcaba las 5,15 y apenas comenzaban las primeras luces del alba.
Tiempo después, todo el grupo se encaminó a donde estaba el quebrado y allí realizamos una meditación que dirigió Richard al interior del cerro piramidal, hasta el recinto donde se encontraba la Esfera Dorada del Conocimiento.
Cristián relata así su vivencia:
“Allí me encontré con Ham-Rell, maestro de la Hermandad Blanca a cargo de la entrada de la Ciudad Cristal en la Tierra y guardián del Templo de Ankar, quien me indicó que posara las manos sobre la Esfera Dorada que tenía enfrente.
Estaba suspendida a un metro y medio del suelo y que sobre su base superior tenía una flama dorada en forma de espiral ascendente. Al hacerlo de inmediato un enorme y complejo laberinto cuadrado, algo muy similar a un circuito integrado, ocupó toda mi mente y me vi disparado hacia el espacio.
Pasé por distintos planetas, estrellas y sistemas solares, hasta que sentí que llegaba a los confines del universo, allí me encontré flotando en un tiempo sin tiempo, todo transcurría lentamente, me sentí como si formara parte de la propia expansión del Cosmos. Así permanecí hasta que la voz de Ham–Rell me dijo que quitara las manos de la Esfera. Cuando las retiré, descubrí que junto a él ahora se estaba el maestro Alcir, guardián del Retiro Interior del Paititi. El verlo me causó tal sorpresa que pensé: “¡Esto Richard no me lo va a creer!”.
Al instante el Maestro leyendo mi mente me dijo “No te preocupes Hell- Aham, también Nordac está viéndome y esa será su confirmación y la tuya”.
Alcir también me dijo que no debía sorprenderme de su presencia, ya que Paititi y Ankar están íntimamente relacionados entre sí por ser enclaves importantes de la Hermandad Blanca. Dicho esto, se despidió de mí con su mano en alto, al tiempo que Ham-Rell me indicaba que escribiera un mensaje”.
Puedes descargar el documento completo haciendo clic en Talampaya. La secreta vida en la Tierra
Reflexion Final
El síndrome de Jerusalén despierta delirios místicos en muchos viajeros, el síndrome de Florencia produce un estado de shock emotivo frente a las grandes obras de arte, quizás debemos teorizar sobre el síndrome de Talampaya, ya que los casos van en aumento.
La verdad como en las reflexiones de los otros artículos sobre ciudades intraterrenas, debo decir que el tema es muy subjetivo. Y me repito en lo mismo: solo se trata de creer… Acaso ¿Usted vio a Dios?
Lo que sí existe, es una región en la Argentina donde uno parece llegar por un cómodo atajo a otro planeta, a un planeta rojo deshabitado, ese lugar es el Parque Nacional Talampaya, Quebrada Arco Iris, provincia de La Rioja.