Pero, ¿cómo puede sobrevivir esta criatura primitiva en la sociedad más desarrollada del mundo?
¿Qué es un Pie Grande?
Pie Grande es un supuesto animal de aspecto simiesco que habitaría los bosques, principalmente en la región del noroeste del Pacífico en América del Norte. El término sasquatch procede de la adaptación al inglés de la palabra original del idioma halkomelem sásq’ets.
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La comunidad científica asegura que las pruebas existentes no son convincentes y generalmente las consideran como el resultado de la mitología, folklore local o una identificación errónea, más que de un animal verdadero, debido a la falta de evidencia física y los grandes números de ejemplares que serían necesarios para mantener una población activa.
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Pero los partidarios de su existencia piensan que la evidencia actual puede ser escasa y que ha de evaluarse objetivamente a medida que se vaya presentando.
Centenares de testigos afirman haber tenido algún tipo de contacto con este hombre bestia, hasta algunos inclusive afirman que fueron raptados por un Pie Grande.
Observaciones de Pies Grandes
Las apariciones de Pies Grandes se remontan a años anteriores al 1900. Por ejemplo, en 1851, un diario local (de Arkansas) publicó la historia de dos cazadores de Greene County que vieron un rebaño perseguido por un animal que tenía las inconfundibles características del ser humano.
“Era de gigantesca estatura, su cuerpo estaba cubierto de pelo y su cabeza provista de largos rizos que tapaban casi por completo cuello y hombros. El «hombre salvaje», después de mirarlos fijamente durante un momento, se volvió huyendo a gran velocidad con saltos de tres a cuatro metros. Sus huellas medían unos 33 centimetros.
Aunque en las zonas de montañas boscosas, se ha originado más información que en otras, los pies grandes o sus huellas, han sido vistos en casi todos los estados norteamericanos y en las provincias canadienses. En Florida, muy lejos de lo que se considera el territorio tradicional de los pies grandes, se han producido numerosas observaciones de «monos pestilentes» en los últimos años.
Al parecer, los pies grandes son tímidos y no desean la presencia de los humanos, aunque también suelen ser curiosos y a veces se acercan por la noche a grupos que acampan en los bosques, contemplan sus pertenencias y, ocasionalmente, balancean su caravana o su coche.
También han sido vistos merodeando cerca de casas de campo y aldeas, atraídos probablemente por la facilidad para conseguir comida.
Pero, pese a su aspecto terrible y a la conducta provocadora de sus descubridores, los pies grandes no son agresivos con los humanos, existiendo muy pocas noticias de que hayan causado daños.
Porque aumentaron los avistamientos de Pies Grande en el siglo XX
Se cree que, con el avance de la civilización, el hábitat de los bigfoot se fue reduciendo gradualmente. Quizás esa presión sobre su entorno, los llevo a visitar lugares habitados por el hombre en busca de alimento.
El Bigfoot casebook contiene unas 1000 observaciones, ocurridas en los últimos 150 años. Según las estimaciones solo se comunican un diez por ciento de las mismas, con lo que podemos pensar que el número de encuentros puede haber llegado hasta 10000
Pruebas de la existencia de Pies Grandes.
Existen numerosas noticias sobre grandes huellas de aspecto humano que han aparecido por lo general en el barro, la nieve o la arena. Algunas veces los investigadores han hallado también pelos o heces que pueden pertenecer a un pie grande.
Yo vi a un Pie Grande
En 1969 Albert M. Fletcher escribió acerca de un encuentro que tuvo 50 años antes, cuando era leñador en Washington.
“En otoño de 1917, cuando solamente tenía 17 años, trabajaba como leñador en un campamento junto al rio Cowlitz. Una noche de luna iba caminando por una senda en dirección a un baile, cuando tuve la incómoda sensación de que alguien me seguía de cerca. Miré varias veces por encima del hombro, pero no vi nada. Cuando llegue a una curva del camino, me escondí detrás de un árbol y espere para ver de qué se trataba. Enseguida apareció una criatura muy grande y de aspecto humano, que debía medir un poco más de dos metros de alto.
Caminaba sobre sus patas traseras, estaba cubierta de pelo oscuro, tenía barba y un pecho amplio, y por lo que pude ver, no llevaba ningún tipo de ropa.
Sin salir de mi asombro, grite alarmado y la criatura se alejó corriendo por el bosque, siempre sobre sus patas traseras. Cuando se lo conté a mis compañeros, algunos se rieron, pero otros aseguraron que habían visto lo mismo. Nadie tiene una explicación ni un nombre, pero todos estaban de acuerdo en que era algo grande, con aspecto de mono, y también en que se parecía a un hombre muy fornido.
- No dejes de leer: Fui Raptado por un Pie Grande
no hay ninguna prueba de su existencia, por eso no creo que exista, solo una leyenda popular fomentada por miedos e histería colectiva.
Hola, muchas gracias por escribir y dejar tu opinión. Un saludo