Su reinado tuvo lugar en el 2650 a. C siendo el sucesor de Jasesemuy, quien probablemente era su suegro. Se cree que ocupó el trono unos dieciocho años y se conoce que solamente contrajo matrimonio con Initkates.
En el año 1901, en el yacimiento de Beit Khallaf se descubrieron un lote de tumbas pertenecientes a la tercera dinastía. En una de ellas reposaban los restos del faraón que sería conocido no por su legado, sino por su extraordinaria altura.
Según explica Michael Habicht egiptólogo e integrante del equipo de Medicina Evolutiva de la Universidad de Zúrich, Suiza:
«Sa-Nakht o Sanajt era un hombre notablemente alto para su tiempo, ya que tenía alrededor de 1,98m de altura. Estudios previos sobre momias egipcias han demostrado que la altura promedio para los hombres en ese entonces era de alrededor de 1,68m».
Según el especialista el faraón de mayor altura fue Ramses II, que vivió más de un milenio después de Sanajt y medía 1.75 metros.
La estatura si es importante
En la antropomorfología, la estatura es muy relevante ya que por medio de ella se pueden identificar enfermedades que provocan un tamaño excesivo o anormal de ciertas personas.
Al parecer, este es el caso de Sanajt, el faraón gigante.
Esto llevó a muchos especialistas a estudiar sus restos, sobre todo las medidas craneales del esqueleto. Al comparar los restos del faraón con los datos existentes, quedó en claro que los restos del faraón tenían un tamaño anómalo.
Su estatura era mucho mayor que la media de aproximadamente 1.67 metros.
Además, su cráneo presenta cierta alteración en la mandíbula, lo que lleva a sospechar que quizás sufría de acromegalia.
La acromegalia es una enfermedad donde se presenta una actividad desmedida de la glándula pituitaria produciendo grandes cantidades de la llamada hormona del crecimiento, haciendo que la persona crezca de manera desproporcionada.
Manifestando este crecimiento en cabeza, cara y extremidades.
Según los científicos, en el caso del faraón esta deformidad es muy leve, sin llegar a deformar el rostro.
Reflexión Final
Para la ciencia no cabe duda que el faraón sufría de este mal. Y que además, las antiguas leyendas de gigantes tendrían su origen en el hallazgo de huesos de personas afectadas por dicha enfermedad.
Pero también, aunque descabellada existe la posibilidad según algunos investigadores que el inusual tamaño de Sanajt pueda estar relacionado con las historias bíblicas de los llamados Nephilims.
Esto se basa en que en ciertas zonas de Egipto se han encontrado restos humanos con un tamaño mayor a la media señalada.
Los trabajos sobre los restos del faraón no han concluido y el siguiente paso es realizar un estudio de ADN, que confirmaría la hipótesis de acromegalia.
Claro, para ello hay que conseguir una muestra de material genético en buen estado y quizás eso no sea factible.
Para terminar, me permito mencionar un escrito de Julio el Africano (historiador y viajero cristiano de finales del siglo II) que dice:
“Durante su reinado los libios se rebelaron contra Egipto y cuando la luna se agrandó de forma extraordinaria aterrorizados se rindieron”
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